Pierre Gutiérrez
@PIERSATO
“En el Perú hacer política es muy difícil, no se toman decisiones por el miedo a pasar luego al Poder Judicial”, fue la frase con la que el ex ministro de Economía del primer gobierno de Alberto Fujimori, Juan Carlos Hurtado Miller, empezó una entrevista en RPP a propósito de los 25 años del ‘Fujishock’ que se cumplen hoy.
La economía del Perú a inicios de 1990 estaba muy enferma, totalmente ahogada en la hiperinflación y la escasez de alimentos que provocaban enormes colas y el tener que recurrir a productos sustitutos como la leche Enci. Todo esto tenía a los peruanos sumidos en la desesperanza. Hurtado Miller señala que el mensaje del ‘Fujishock’, donde se establecieron nuevos precios para productos de la canasta básica como el pan francés, leche y azúcar, fue una medida necesaria.
“Para la sociedad y para todo proceso económico, la inflación es una cáncer, no hay ninguna forma de desarrollar un país si persiste la inflación. (Era) la única manera. Según el economista americano Jeffrey Sachs, el abismo había que saltarlo de un solo salto, no se puede hacer etapas porque uno se cae”, precisó.
“Había que cortar la demanda agregada de un solo golpe, desgraciadamente fue doloroso. La inflación de agosto fue casi 400%, la de setiembre 400%, y de ahí comenzó a bajar. No había otra solución más que esa, por eso trabajamos un programa de compensación social, donde la Iglesia Católica ayudó muchísimo para poder alimentar a casi 7 millones de personas al día”, agregó.
Cabe precisar que durante la campaña electoral de las elecciones presidenciales de 1990, el entonces candidato Alberto Fujimori señalaba que si era elegido presidente no iba a ejecutar el ‘shock’ (también llamado ‘paquetazo’), a diferencia de su contendor Mario Vargas Llosa. Ante esto, el partido aprista lanzó un spot alarmista.
Hurtado Miller señaló que Alberto Fujimori y su grupo asesor no eran partidiarios del shock de precios incluso cuando este ya era presidente, por lo que se vio en la necesidad de convencerlos (junto con otro grupo de trabajo) que no había ninguna otra opción para salir de la hiperinflación.
“Fujimori es un hombre muy inteligente, es matemático. Le explicamos claramente que no había ninguna posibilidad de que los precios relativos en la inflación se apoyarán en los precios ejes para poder buscar una estabilización. No hay forma de estabilizar un país si los precios eje no funcionan, estos precios son los que apoyan los precios relativos que forman los costos de las empresas y forman el ingreso de las personas. Fujimori lo entendió muy bien y lo aceptó”, explicó Hurtado Miller.
El ex ministro de Economía reconoció que sintió mucho miedo por la reacción de la población una vez que hizo el anuncio del ‘Fujishock’ en señal abierta, aunque hoy en día afirma que se siente tranquilo “porque creo que he retribuido a mi país”. “La primera reacción la tuve en la iglesia del Callao. Le dije a mi hijo, “saca a tu mamá y llévala al automóvil”, a la hora del final me dicen que había una puerta trasera, pero no me fui por ahí porque había que asumir las consecuencias, finalmente salí entre aplausos, pero el aplauso no era para mí, sino para la esperanza que tenía la gente de una corrección de una inflación galopante de 3% cada tres días”, indicó Hurtado Miller.
DATOS IMPORTANTES
Según el libro ‘Derecho y política de la competencia en América Latina: exámenes inter-pares en Argentina, Brasil, Chile, México y Perú’ de la OECD y Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Alberto Fujimori, siguió un enfoque de gobierno pragmático.
El libro señala que durante su campaña presidencial, se opuso a las reformas económicas propuestas por Mario Vargas Llosa, sin embargo, una vez en el poder, emprendió esas mismas reformas: eliminó la mayoría de subsidios, renegoció el pago de la deuda que el gobierno de Alan García suspendió y logró que el Congreso promulgara una nueva ley de inversión extranjera que eliminó la mayoría de las medidas discriminatorias aplicadas a extranjeros.
A través del ‘Fujishock’ también se eliminaron las restricciones cuantitativas directas a las importaciones y se redujeron los aranceles de manera sustancial. Estas reformas llevaron a considerables aumentos de precios y que la popularidad de Fujimori declinara durante un tiempo.
A finales de 1991 la inflación anual se redujo a 139% (según el Banco Central de Reserva del Perú, a finales de 1990, la inflación fue de 7,649%).
Por Pierre Gutiérrez (pierre.gutierrez@peru21.com)
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