La compañía de pesca Vieira, tercera en importancia de Argentina y filial de la matriz homónima de Vigo (España), fue expropiada por el gobierno provincial de Santa Cruz y entregada para su administración a allegados al kirchnerista Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).
Con sus cuentas en números rojos por US$15.5 millones, al parecer por una deuda US$11.6 millones que mantendría con ella la matriz gallega, la sucursal argentina había convocado concurso de acreedores y planeaba vender uno de sus seis barcos.
A raíz de ello Conarpesa, la primera pesquera de Argentina y también de origen español con una fluida relación con los Kirchner, cerró recientemente su planta en el puerto santacruceño de Caleta Olivia.
Ante ese panorama, Eduardo Vieira, presidente de la pesquera expropiada, viajó de España en las últimas semanas a la planta, ubicada en Puerto Deseado, “para arreglar unos asuntos”, según declaró el ministro provincial de la Producción, Rafael Gilmartín.
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