El presidente de Bolivia, Evo Morales, reveló que teme acudir a las misas porque los sacerdotes lo “maldicen” y “humillan”, en lugar de bendecirlo como gobernante.
“Cuando yo voy a una misa, en alguna ciudad, en vez de que me den bendiciones, más bien (me dan) maldiciones, humillaciones, ya tengo miedo (de) ir a la misa en las ciudades”, afirmó el jefe de Estado durante un acto público en la región cocalera de Villa Tunari (centro), donde inauguró un puente.
Evo Morales, quien mantiene roces con la jerarquía católica boliviana, a la que tilda de derechista, hizo en el evento un recuento de los indígenas, mestizos y extranjeros que murieron en su país por defender las demandas de los más pobres.
El mandatario mencionó el caso del sacerdote jesuita español Luis Espinal, de línea izquierdista y activista de los derechos humanos, muerto en enero de 1980 a manos de grupos paramilitares de ultraderecha.
Unos religiosos “son defensores del imperialismo y otros defienden al pueblo, afirmó Morales, quien alguna vez se autodefinió como “católico de base”.
Las “maldiciones” que dijo sufrir de parte de curas citadinos contrastan “con las bendiciones” que le prodigan sacerdotes de áreas rurales. “Lamentablemente, hasta los curas están divididos”, concluyó.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.