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Los cinco juicios que afronta Luiz Inácio 'Lula' da Silva

El ex presidente de Brasil podría postular nuevamente a las elecciones del 2018 pero debe afrontar antes diversos juicios que se le siguen por corrupción.

Luiz Inácio 'Lula' da Silva afronta cinco procesos y este miércoles el juez Sergio Moro lo interrogará (Reuters).
Luiz Inácio 'Lula' da Silva afronta cinco procesos y este miércoles el juez Sergio Moro lo interrogará (Reuters).

Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los políticos latinoamericanos más carismáticos de los últimos 20 años, pretende volver a gobernar Brasil en 2018. Sin embargo, el fundador del Partido de los Trabajadores y padrino político de la suspendida ex jefa de Estado Dilma Rousseff debe afrontar cinco juicios que podrían llevarlo a prisión.

El próximo 10 de mayo, Lula será interrogado en Curitiba por el juez federal Sergio Moro, figura importante de la lucha contra la corrupción en Brasil, como presunto propietario de un tríplex que le habría ofrecido la constructora OAS, involucrada en el fraude a Petrobras, como retribución de favores ilegales.

Caso Lava jato: Lula da Silva será interrogado por el juez Sergio Moro

El ex presidente (2003-2010), que enfrenta otras investigaciones, niega los cargos, empero, si es hallado culpable y el fallo es ratificado en segunda instancia no podrá aspirar a ocupar el palacio do Planalto.

A continuación, un recuento de las denuncias contra el ex presidente, Luiz Inácio Lula:

El tríplex de la constructora OAS

La Fiscalía señala que Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva recibió un soborno de 1.16 millones de dólares de OAS, una de las constructoras involucradas en el caso Petrobras que pagó un total de 87.6 millones de dólares por debajo de la mesa a políticos y funcionarios.


Según la denuncia, a la que tuvo acceso la agencia AFP, la empresa le habría otorgado un tríplex en Guarujá, un balneario de Sao Paulo, cuando aún era presidente de Brasil, y financió el almacenamiento de sus bienes personales entre 2011 y 2016, incluyendo el acervo de sus años como jefe de Estado.

Leo Pinheiro, ex presidente de OAS, declaró a las autoridades que el apartamento fue reservado y luego lujosamente reformado para Lula y su esposa Marisa Leticia (fallecida en agosto), tras el fin del mandato. Pero el petista sostiene que la Fiscalía miente y que la confesión fue obtenida mediante apremios.

“Para probar que soy el propietario, tienen que tener un recibo, un registro notarial, una escritura. Si no lo pagué, no tengo la llave y la empresa lo usó como garantía de varios préstamos que efectuó, entonces no puede ser mío”, afirmó Lula da Silva.

Instituto Lula y Odebrecht

Otro caso en manos del juez Sergio Moro quien investiga si Odebrecht ofreció 12 millones de reales para comprar un terreno en Sao Paulo donde sería erigido el Instituto Lula, que divulga su legado político, como parte de un acuerdo para distribuir sobornos recibidos por el Partido de los Trabajadores.


La transferencia finalmente se frustró, pero según la Fiscalía prueba que el Partido de los Trabajadores tenía “una cuenta corriente informal de la corrupción” con Odebrecht y que el delito consumado está configurado por simple la propuesta y la aceptación del soborno. El instituto Lula niega cualquier irregularidad.

La denuncia sostiene que Odebrecht también habría pagado un apartamento contiguo al que habita Lula en Sao Paulo y que una tercera persona se lo alquiló como maquillaje a su ex esposa: “Hay indicios de que, de hecho, es del ex presidente Lula, que lo habría recibido, según la denuncia, como un soborno del Grupo Odebrecht”, indica la denuncia.

Lavado de dinero y tráfico de influencias

En este proceso, Lula da Silva es acusado de lavado de dinero y tráfico de influencia en la compra por parte del Estado brasileño de aviones de combate suecos Gripen por 5,000 millones de dólares, que se concretó durante la presidencia de Dilma Rousseff.


Según la investigación, Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva recibió 2.25 millones de reales a través de la empresa de su hijo Luis Claudio “para influenciar a Dilma Rousseff en la compra de cazas Gripen de la SAAB”.

Los delitos fueron definidos como de una “complejidad fuera de lo común, que involucraron negociaciones multimillonarias del gobierno federal en Brasilia, (y) actos políticos de la más elevada autoridad de la República”.

En esta caso, Lula también fue denunciado por supuestamente interceder en favor de automotrices en la concesión de beneficios fiscales.

Compra de silencio

Este proceso investiga la denuncia del ex senador del Partido de los Trabajadores, Delcidio do Amaral, que afirma que Luiz Inácio ‘Lula’ da Silva participó de un plan para comprar el silencio de un ex directivo de Petrobras involucrado en el fraude de la petrolera estatal.


Junto con el prominente banquero André Esteves (ex presidente del BTG Pactual), el empresario ganadero y amigo de Lula, José Carlos Bumlai y el propio Amaral, Lula habría intentado acallar al ex director del área Internacional de Petrobras Nestor Cerveró, que se aprestaba a firmar un acuerdo con la justicia y proporcionar detalles sobre el funcionamiento del esquema de sobornos en la estatal.

Corrupción en Angola

En este caso Luiz Inácio Lula da Silva es acusado de tráfico de influencia, corrupción pasiva, lavado de dinero y formación de una organización delictiva junto a Marcelo Odebrecht entre 2008 y 2015.


Lula ejerció “influencia la política de financiación internacional de BNDES (Banco Nacional de Desarrollo), con la intervención de otros organismos públicos federales para favorecer a Odebrecht”, según la denuncia.

La contraprestación fue cuantificada en 20.6 millones de reales en la forma de una participación en los negocios a Exergia Brasil, empresa de uno de sus sobrinos.

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