Nelson Mandela deja una Sudáfrica marcada aún por las diferencias raciales y las desigualdades, pese a toda una vida de sacrificios para lograr una sociedad “igualitaria, no racial y no sexista”.
El expresidente sudafricano se caracterizó siempre por su apoyo incondicional a numerosas causas solidarias que mantienen vivo el legado moral de un hombre que dedicó su vida a los demás.
Lamentó a menudo que su compromiso con su pueblo le obligase a descuidar en cierto modo a su familia, cuyas polémicas y disputas internas marcaron los últimos meses de vida del expresidente.
La epopeya por la libertad de Nelson Mandela ha inspirado a millones de personas en todo el mundo y dejará para la posteridad numerosos libros, películas, canciones y obras de arte de todo tipo.
Fue un hombre que dedicó toda su vida a luchar contra al apartheid, que durante los 27 años que pasó entre rejas entabló amistad con su carcelero racista y que una vez en libertad lideró una de las transiciones más pacíficas de África no podía escapar de los focos del celuloide.
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