Grupos terroristas como el Estado Islámico sembraron el miedo y la zozobra al ejecutar una serie de atentados contra la vida de inocentes. Varios países de Europa continuaron en la mira de los radicales islamistas.
Francia, aún no recuperada de los ataques en París del 13 de noviembre de 2015, fue nuevamente escenario de violentas muertes causadas por un hombre de origen tunecino que utilizó un camión para atropellar a 84 personas durante las celebraciones del 14 de julio, día en que el país celebra la toma de la Bastilla, evento que dio inicio a la revolución francesa.
Por otro lado, el 12 de junio, Omar Mateen, un guardia de seguridad de origen afgano, perpetró un crimen de odio cuando disparó contra miembros de la comunidad gay que se encontraban dentro de la discoteca Pulse, de Florida, EE.UU. La masacre dejó 50 muertos.
En Bélgica, el 22 de marzo, el Estado Islámico estuvo detrás de una serie de ataques en el aeropuerto de Zaventem y en una estación de metro de la ciudad de Bruselas. Murieron 35 personas, entre ellas la peruana Adelma Tapia, quien se encontraba en el aeropuerto con su familia en el momento del ataque.
Asimismo, el 19 de diciembre, en la ciudad de Ankara, Turquía, el embajador ruso en este país, Andrei Karlov, fue asesinado a balazos durante su discurso de inauguración de una exposición de arte. El asesinato a sangre fría se hizo ante la presencia de varios medios de prensa. El asesino fue identificado como un policía de 22 años, quien clamó por las víctimas en Alepo, Siria.
En este mismo fatídico día 19, Alemania fue objetivo de un cruel ataque reivindicado por el Estado Islámico. Para este golpe, se utilizó un camión que arrolló a los asistentes de un concurrido mercado navideño instalado en las calles de Berlín. El atentado dejó 12 muertos y más de 50 heridos.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.