El presidente Nicolás Maduro sostuvo que el asesinato del diputado chavista Robert Serra y su compañera fue un “ataque artero, premeditado y calculado” para desestabilizar a Venezuela, considerado el segundo más violento del mundo y sumido en la polarización política.
El mandatario, visiblemente afectado, dijo durante un homenaje a Serra que las investigaciones “avanzaron más de lo que se puede informar en este momento” y que están por identificar a los responsables, a los que describió como una “banda de sicarios”.
Y aunque no adelantó de manera explícita los móviles y autores, dejó entrever posibles motivaciones políticas.
“Más allá del asesinato físico por odio, por venganza, para sacar del camino y mandar un mensaje de odio y de muerte a la juventud que se levanta, qué más hay detrás, tenemos qué preguntarnos”, añadió Maduro, quien cerca de la medianoche permanecía en la Asamblea Nacional en el homenaje a Serra, transmitido por cadena obligatoria de radio y televisión.
Maduro enumeró las acciones emprendidas las últimas semanas contra lo que describió como “terroristas” ligados a la “ultraderecha venezolana y grupos paramilitares colombianos” que tienen “planes para llenar de violencia” a Venezuela.
El diputado y su compañera María Herrera fueron asesinados con arma punzocortante en su casa, en el oeste de Caracas, en un homicidio que el ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres, describió como una “encomienda macabra”.
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