El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, evalúa la posibilidad de prohibir la plataforma de videos Youtube y la red social Facebook, tras las elecciones locales que se celebrarán el 30 de marzo.
Erdogan dejó entrever esta posibilidad en una entrevista televisiva la noche del jueves con el canal ATV, tras la filtración de supuestas grabaciones de sus conversaciones telefónicas privadas en Internet.
“*No permitiremos que YouTube y Facebook destruyan esta nación*. Tomaremos medidas, incluyendo el cierre”, dijo Erdogan, que ya antes había hecho comentarios críticos contra las redes sociales.
Erdogan, que se ve muy comprometido de ser ciertas las grabaciones, negó las acusaciones de corrupción y afirmó que esas páginas web sirven al “espionaje”. “No se puede entender la libertad de esa manera”.
Sin embargo, el presidente del país, Abdullah Gül, rechazó que vaya a tomarse una medida semejante. “Las plataformas como YouTube y Facebook son usadas en todo el mundo, es impensable que sean bloqueadas”, dijo, según la agencia Anadolu.
Solo se pueden bloquear páginas si hay contenidos ilegales o se violan los derechos de ciertas personas, añadió el presidente, que es del mismo partido de Erdogan.
YouTube estuvo prohibido en el país durante dos años, hasta 2010, por contenidos que el Gobierno consideró ofensivos con el fundador de la Turquía moderna, Mustafa Kemal Atatürk.
Las elecciones locales del 30 de marzo serán una prueba para la popularidad del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo de Erdogan. Son las primeras tras las protestas nacionales contra el Gobierno de mediados de 2013 y que se conocieran las acusaciones de corrupción el 17 de diciembre último. A causa del escándalo han renunciado cuatro ministros.
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Las grabaciones, cuya autenticidad no ha sido confirmada, vinculan a Erdogan y sus aliados con casos de corrupción e intentos por controlar los medios de comunicación.
En una de ellas el primer ministro habla con su hijo y le recomienda esconder grandes sumas de dinero procedentes supuestamente de actos de corrupción.
Aunque Erdogan habla de un “montaje”, reconoció en gran medida la veracidad de otras tres conversaciones, menos comprometedoras, relacionadas con intentos de influenciar a los medios.
En la más reciente se oye supuestamente a Erdogan criticando a un periódico por su cobertura. El dueño del diario se echa a llorar al final de la llamada. La oposición exige la renuncia del primer ministro.
El sector de Erdogan acusa de las filtraciones a los seguidores del clérigo musulmán Fethulá Gulen, un exaliado que vive en Estados Unidos y que ahora se ha convertido en un duro adversario. Numerosos seguidores del religioso trabajan en instituciones estatales.
El mes pasado Turquía aprobó una ley muy controvertida a nivel internacional en la que el gobierno endurece el control sobre Internet. Los críticos censuran además otra ley con la que afirman se limita la independencia de la Justicia y hay otra medida prevista que amplía las atribuciones del servicio secreto MIT.
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