23.NOV Sábado, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
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Opinión

Aldo Mariátegui,Ensayos impopulares
– Como me comentan, Villarán debió ponerle “Salvador Allende” a algún relleno sanitario edil, no a una avenida. Después de lo que le hizo ese señor a Chile… ¿Y acaso los chilenos le pondrían ahora el nombre de un presidente peruano a una avenida importante allá? Colonialismo ideológico mental de los rojos…

– Me sorprende que la izquierda sea aún villaranista después de que les dejó por Toledo y que ella les haya ‘quemado’ políticamente con tan mala gestión. La hacía bien y la izquierda, con los votos de Lima y el sur, iba a pesar mucho en 2016. Ahora la agonizante izquierda limeña solo depende de algunos líderes orates de provincias.

– A propósito del Alfonso Ugarte, sigo con la gestión cuerda de los activos del Estado. Por ejemplo, la Universidad La Molina se podría vender por una millonada. Con ese dinero te compras medio Carabayllo o Mala rural, y mudas el claustro allí, con un local nuevo de primera y encima tienes dinero para montar un trust, como en EE.UU., y tener fondos revolventes para apoyar mejoras académicas. Lo mismo se podría hacer con San Marcos o la UNI.

– ¡Vista la reciente experiencia con la ampliación del mandato municipal a cuatro años, lo volvería a reducir a tres años, como era tiempo atrás! Así, en lugares como Lima provincial y San Isidro, habríamos salido mucho más rápido de las pésimas administraciones ediles de Villarán y el PPC que se han sufrido allí. La ventaja de la gestión municipal es que muy rápidamente se percibe quién es un buen alcalde, al que se le puede recompensar con la reelección, que incluso es hasta indefinida (lo que está generando inquietantes cacicazgos en algunos distritos).


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