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Opinión

Caso Madre Mía: apuntes sueltos de la libreta de un reportero.

1
“Pregunta que no respondas le hago cortar las orejas a tu hijo Ramiro” —le decía el Capitán Carlos a Norvil Estela. Orejas cortadas, electricidad de batería en los pezones o en los testículos. Métodos de tortura que coinciden exactamente con los narrados por el testigo Werner Melgarejo, quien recordó ante nuestras cámaras el cercenamiento de orejas a varios de los torturados en Madre Mía. Norvil Estela Delgado y Valeria Vásquez Delgado denunciaron ayer a este diario la desaparición de su hijo Hermes Estela Vásquez, del que nunca encontraron ningún resto. Solo pudieron velar unas manchas de sangre que quedaron sobre la tierra. ¿Cuántas víctimas más necesitamos encontrar para que las autoridades se hagan cargo?

2
Los audios de la interceptación legal realizada en el 2006 intentaban encontrar nexos entre la congresista nacionalista Nancy Obregón y Florindo Eleuterio Flores Hala, (a) “Camarada Artemio”, jefe de Sendero en el Huallaga, mientras que Humala era jefe de la base contraterrorista. Resulta verdaderamente increíble que Artemio estuviera tan interesado en asesinar al enemigo de su enemigo: el fiscal Arturo Vicente Campos —que había denunciado al Capitán Carlos por los crímenes de Madre Mía— y que fue emboscado por Sendero y muerto junto a tres policías- en Tocache en junio del 2007. Declarado el último viernes como “mártir del Ministerio Público” por el doctor Pablo Sánchez, fiscal de la Nación, Campos había intentado encontrar fosas comunes en la zona, valiéndose de un mapa dibujado por un testigo para dar con la ubicación exacta. Se realizaron un par de vuelos pero, por lo agreste del territorio y el difícil clima, le fue imposible encontrarlas. Poco después, lo asesinaron. Nunca nadie retomó la búsqueda. Ni siquiera el entrañable amigo de Wilfredo Pedraza, el egregio doctor Víctor Cubas Villanueva, que fue fiscal superior penal titular de Derechos Humanos entre los años 2007 y 2015 y que sigue convencido de que en el Caso Madre Mía no existen elementos suficientes para formular denuncia.

3
La congresista nacionalista Nancy Obregón solía andar de arriba abajo con el actual alcalde de Tocache, David Bazán Arévalo, quien ha admitido, con orgullo, haber sido “traquetero” y haber vivido de la coca desde que salió del colegio. Un colaborador eficaz dijo en 2007 que Bazán y Nancy Obregón se dirigieron —en la camioneta de la Municipalidad Provincial de Tocache— a la comunidad de Alto Uchiza para reunirse con Artemio. Por esta razón, a Bazán se le investigó por colaboración con el terrorismo, pues hay testigos que aseguran que Bazán fue el financista del atentado que acabó con la vida del fiscal Arturo Vicente Campos. Durante la campaña electoral de 2016, sin embargo, David Bazán apoyó muy entusiastamente la campaña de Keiko Fujimori. Parece que a Bazán lo que mejor le sale es “apoyar”.

4
Otro personaje clave en esta historia es el capitán Carlos Esparza Salinas —promoción de Humala—, muy temido desde los tiempos en que era jefe de la base contraterrorista de Aucayacu. Cuentan los soldados de Tingo María, Huánuco y alrededores que, por estos días, Esparza está muy activo asegurándose de que ni un solo militar más se atreva a abrir la boca. Pero Esparza no es un nombre, es un seudónimo. Su verdadero nombre es Cronwell Espinoza Sotomayor y es un coronel del ejército en actividad. Su apelativo no podría ser más elocuente. Le decían “Motosierra” por sus presuntas destrezas para el descuartizamiento.

5
En marzo de 2013, Espinoza Sotomayor fue condenado a 10 años de cárcel al ser hallado culpable del secuestro y desaparición forzosa del agricultor Marco Torres Gutiérrez (36), ocurrida en Aucayacu el 12 de julio de 1992. Increíblemente, la sentencia fue anulada y “Motosierra” fue nombrado director del Colegio Militar Leoncio Prado en el 2014, durante el gobierno de su “promo”. Pese a todo, este fue el único caso sancionado de un total de 64 expedientes de desapariciones y asesinatos reportados por la Comisión de la Verdad en la zona.

6
La mayoría de los reclutas de la promoción Abril 91 de Madre Mía —que fueron obligados por sus superiores a participar de la tortura, asesinato y desaparición de cadáveres— eran, en aquellos días, menores de edad. El Capitán Carlos hizo uso de su posición de mando para forzarlos a realizar todas estas acciones crueles y sangrientas. Este es un punto a tener en cuenta a la hora de la revisión del caso. El uso de menores de edad en hostilidades está expresamente sancionado por la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969.

7
De no comprobarse que asesinó y descuartizó con sus propias manos —como lo afirman varios testigos—, al Capitán Carlos le correspondería la figura de la autoría mediata por dominio de organización, porque él daba las órdenes y sus subordinados las cumplían sin dudas ni murmuraciones. Como es sabido, el juez César San Martín —que tan oportunamente limpió al Capitán Carlos justo antes de las elecciones— es un eximio especialista en este tema. Salvando las distancias, es el mismo delito que sirvió de sustento para las sentencias a Alberto Fujimori y Abimael Guzmán.

8
Emerson Fasabi Moscobich, el soldado que por ocho años trabajó en la casa del presidente Ollanta Humala, el sospechoso de haber hurtado las tristemente célebres agendas de Nadine, apareció muerto el 22 de julio de 2016 en un cuarto de alquiler de la calle Castrat a causa de una supuesta “hemorragia pulmonar y pancreática”. Su cuerpo permaneció en la morgue durante 15 días. El chofer del presidente, Juan José Peñafiel, encontró sin vida a Emerson. Su cadáver estuvo abandonado en la morgue por 15 días. No hubo ninguna declaración presidencial, pero el chofer, en cambio, sí concedió una entrevista exclusiva a “Cuarto Poder” en un pomposo set especialmente preparado por doña Cynthia Montes en Palacio de Gobierno. Peñafiel nos contó que hizo una “chanchita” para el funeral y que el propio Humala tuvo el gallardo gesto de aportar a la colecta para que pudiera transportar el cadáver embalsamado de Fasabi hasta Tahuanía, Ucayali.

9
Daniel Seiffert Humala, hijo suizo de Ivoska Humala, la hermana de Ollanta, desapareció el 29 de enero de 2016. Al otro día de enero, lo encontraron deambulando en Velasco Astete y lo internaron en el Hospital Casimiro Ulloa (pero no lo identifican porque no lleva documentos consigo). Daniel muere el 1 de febrero y su cuerpo va a parar a la Morgue, donde recién lo identifican 37 días después (¡!). ¿Por qué nadie estaba buscando a un desaparecido que era nada menos que el hijo de la hermana del presidente? Ollanta nunca dijo nada. Un comunicado de la secretaría de prensa de Palacio lamentó el deceso y pidió a la prensa respetar la privacidad de la familia “en estos momentos de sumo pesar que los embarga”. Que los embarga a ellos.

10
Muy complicada la situación de Adolfo “Cachorro” Becker Silva y Werner “Águila” Melgarejo. Los dos nuevos testigos presentados ante el Ministerio Público por Beto A Saber. Se supone que están bajo un severo sistema de protección de testigos. También se supone que los albergan en un recinto seguro, en algún lugar de Lima cuya ubicación nadie conoce. Sin embargo, desde hace un par de días ya hay unidades móviles de canales de TV estacionadas frente a sus refugios secretos. Es obvio, pues, que tienen topos infiltrados entre los mismos policías de seguridad del Estado que —se supone— los custodian. Ya hay alguno por ahí que se recursea chorreando información. Becker y Werner también están recibiendo mensajes tan alentadores y fraternos como: “¡Ya se cagaron, soplones!”.


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