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"El cómic abre un mundo de fantasía para el lector"

“Las historietas muestran un mundo donde el raro puede ser el héroe, donde todo personaje puede encontrar su dignidad; un mundo donde el monstruo puede ser comprendido”, afirma.

(Anthony Niño de Guzmán)
(Anthony Niño de Guzmán)

Hoy vuelve Cómics.21 con la publicación del primer número de Batman: el regreso del Caballero Oscuro, de Frank Miller, una de las obras favoritas de Hernán Migoya, coordinador de Cómics.21. Conversamos con él para que nos cuente sus inicios en las viñetas y sus planes en esta etapa.

¿Cómo empezó su gusto por los cómics?
El mundo de los cómics lo descubrí a los 14 años, con Alpha Flight, de John Byrne, a quien lo pude conocer en San Diego (EE.UU.). Para mí era increíble. Luego, a los 20 años empecé a dirigir El Víbora, una revista de cómics underground para adultos que no tenía nada que ver con los superhéroes y eso me abrió también otras puertas expresivas.

¿Y entonces qué pasó con los cómics de superhéroes?
Le tengo mucho cariño al género de los superhéroes, pero me fastidian sus cortapisas y autocensuras. Este es un género en el que no se pueden tocar unos temas porque tienen unos códigos absolutamente rígidos, en los que los personajes están hablando para sí mismos, para que el lector sepa en qué están pensando o qué van a hacer. Me aburren. Sin embargo, All Star Superman, de Grant Morrison, me dejó boquiabierto. Creo que es la última gran obra que he leído de superhéroes que me ha dejado absolutamente impactado y diciendo: “pues está a la altura de los buenas historietas de los años ochenta que yo adoraba”.

¿Pero sigue algún cómic de superhéroe?
Sigo leyendo según sus autores. Yo era muy fan de Jaime Delano (Hellblazer: Constantine).

¿Tiene algún cómic favorito?
A mí me emociona mucho recordar a Alpha Flight, que eran los mutantes canadienses de la Marvel Comics con los que yo me identificaba cuando era un muchacho de 14 años, me volvía loco. Eran cómics mensuales. La gente no sabe la suerte que tiene por contar con cómics semanales. Yo tenía que esperar un mes entero, pasaba por la librería, volvía a pasar por el quiosco, hasta que por fin llegaba el nuevo número y lo leía y releía. Lo absorbía.

¡Como todo fan de los cómics!
A los 14 años, yo fui un fanático de verdad de los cómics. Es que me capturó en la edad de ser realmente un fanático. Era la época más bonita para ser un fanático.

¿Tenía algún superhéroe favorito?
Había dos personajes de Alpha Flight. Uno era Puck, un enanito que luego tuvo su historieta individual en la que tenía sus propias aventuras. Me identificaba mucho con él porque yo era un chico que había sufrido ‘bullying’ en el colegio y era el típico ‘nerd’ al que todo el mundo escupía, golpeaba y jodía. Y Puck era una persona que supera sus limitaciones y eso me hace identificarme mucho con él. El otro era Estrella del Norte (Northstar), Jean-Paul Beaubier, creo que fue el primer superhéroe gay de Marvel.

¿Qué le gustaba de él?
Me gustaba mucho la idea de que el personaje saliera del clóset. Me hace pensar que John Byrne sí tenía en mente que Northstar sí era gay, pero no lo podía decir en esa época porque “estaba mal”, porque como era un cómic para niños, para jóvenes, no podía tener un protagonista gay. Ese personaje tenía mucho carisma, era muy guapo, muy elegante. Además, era un héroe reticente, que es el tipo de personajes que más me gusta: los que actúan al final, al ser convencidos de actuar por la injusticia que deben enfrentar, pero que al principio más bien rehúyen a la humanidad porque saben que el resto de ella es peligrosa. Me gusta mucho Northstar.

¿Qué podemos esperar del relanzamiento de Cómics.21?
Queremos que sea muy especial esta nueva etapa de Cómics.21. Batman: el regreso del Caballero Oscuro sale en ocho números y no en cuatro, como el original. Hemos hecho ocho portadas espectaculares. Yo, como coordinador, estoy muy ilusionado de traer estas obras internacionales de superhéroes, pero al mismo tiempo, y lo que ha sido mi especialidad como editor, espero plantar, además, una semillita y empezar a generar obras propias del Perú.

¿Qué obras nacionales se publicarían?
Vamos a intentar hacer la serie definitiva de la Chola Power de Martín Espinoza, donde por fin se saque todo el potencial que tiene este personaje. Que no sea un solo símbolo icónico-fantástico como es sino que demostremos todo el potencial que tiene y consigamos un cómic sobre superhéroes a la altura de los estadounidenses.

Es decir, busca que el Perú tenga su propio estilo de cómic.
Sí, que el Perú tenga su cultura viva del cómic. Necesitamos mitos vivos. Cosas de ahora. Tenemos a Juan Acevedo (El Cuy) y Jesús Cossio (Las increíbles aventuras del hombre que NO se hacía dramas) que están muy bien. Pero necesitamos más mitos. Entonces, vamos a empezar a potenciar esto: cómic de entretenimiento y calidad. Asimismo, buscamos establecer una industria del cómic cada vez más fuerte que haga que todo el mundo pueda acceder a ellos sin tener que gastar más de 150 soles en una librería.

En ocasiones, los cómics sirven como refugio para algunos chicos que sufren abusos y, en ocasiones, los propios autores les dejan un mensaje, ¿qué piensa sobre ello?
Todos los que hemos sido ‘diferentes’ en la escuela hemos encontrado un refugio en muchas películas, libros, novelas y en los cómics. Ya el solo hecho de leer cómics, en mi época, era ser rarito. Yo no creo en esos mensajes directos. No me gusta ser condescendiente con la audiencia. Creo que los lectores tienen que sacar sus propias conclusiones. Las historietas muestran un mundo donde el raro puede ser el héroe, donde todo personaje puede encontrar su dignidad; un mundo donde el monstruo puede ser comprendido. El cómic abre un mundo de fantasía para los lectores. Con eso les estás dando la clave para encontrar dentro de las historietas sus propias defensas. Por eso, quienes tenemos esos gustos de cultura viva nos entendemos entre nosotros. Y, sin embargo, en el fondo, estamos a la vanguardia. El tiempo nos da la razón: sí, sabemos más que los demás.

AUTOFICHA

■ Hernán Migoya es autor del cómic Plagio: el secuestro de Melina (2012), a la que considera “un canto de amor y muerte a Lima”, ciudad que considera fascinante y que debe ser fuente de inspiración para escritores.

■ Fue redactor en jefe de la revista de cómics underground El Víbora y editor del fanzine Ojalatemueras. Escribió también los cómics La salida de la clase, Hedonistas, Asia y otros.

■ Migoya es guionista de cómics, periodista, director de cine y escritor. Ganó en el 2000 el premio del público al Mejor Guion Erótico en el XIX Salón Internacional del Cómic de Barcelona por La salida de la clase.

Por Carlos Viguria (carlos.viguria@peru21.com)


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