¿A gastar, a gastar?

El Ministerio de Economía y Finanzas ha anunciado el cuarto paquete de medidas que busca dinamizar la economía.

Entre las medidas que se dieron destacan algunas que buscan meterle más dinero a los bolsillos de un sector de la población con la esperanza de que salgan a gastarlo lo más rápido posible y en forma generosa. Aguinaldos, subvenciones extraordinarias y bonificaciones se sumarán a las devoluciones de los aportes del Fonavi que el gobierno ha anunciado.

No es el primer esfuerzo que el Ejecutivo ha hecho en ese sentido. Hace poco liberó la CTS para que los trabajadores pudieran ‘reventarse’ el excedente de más de cuatro sueldos, en una medida que, irresponsablemente, empujaba a una parte de los peruanos a ‘comerse’ sus ahorros y su verdadero seguro de desempleo.

Nos parece muy bien que el gobierno aumente los aguinaldos y las bonificaciones. Y no solo eso, quizás debería aumentar el salario mínimo a esa pequeña porción que todavía lo gana en el Perú, porque una medida de esa naturaleza no impactaría en la economía.

Lo que no nos parece bien es que, en su desesperación, busque promover el gasto –descuidando o desincentivando el ahorro– y cifre sus esperanzas de mejorar sus números a través del consumo y no de la generación de más trabajo vía una agresiva y eficiente inversión pública en infraestructura a nivel nacional y de todo tamaño –los más grandes proyectos están demorados, y muchos de los medianos y pequeños esperan la ‘bendición’ del MEF o una buena gestión–, o buscando la mayor y mejor producción.

Muchos peruanos no ‘reventarán’ sus aguinaldos porque preferirán pagar sus deudas o guardar un poco por si acaso. Eso es lo responsable. Y si lo hacen, ayudarán a mover un poquito la aguja en el mes de diciembre, pero nada más.
Por otra parte, medidas de este tipo al final de un gobierno pueden ser vistas como parte de un clientelismo electoral que busca ‘ganarse alguito’ para el 2016.