¡Jo, jo, jo!

¡Feliz Navidad para todos! ¡Manuel Burga no va a la reelección de la Federación Peruana de Futbol! El más odiado amenaza con escribir un libro donde lo contará todo. ¿Todo? Su autodenominado cancerbero Daniel Urresti calienta motores para las grandes ligas: las presidenciales. Cuidado con que se le pase la mano y genere celos enfermizos en quienes lo contrataron para jugar. Sus creadores han apostado a que sirva de distracción, pero de ninguna manera de reemplazo de Nadine.

En la acera de los adversarios, Alan García, el tuitero del año, aparece en las encuestas como el más corrupto. Humala, Toledo y Fujimori celebran. Después de todo, Keiko es la primera de la foto, pero cualquiera le ganaría en una segunda vuelta. PPK es el amigo elegido, pero sus seguidores solo están en Lima. El 40% de la población dice que no reelegiría a ningún parlamentario. Lo real es que los congresistas de los partidos políticos tradicionales (aunque frágiles) son los que mejor han trabajado y los que en menos escándalos han estado, pero eso no le interesa al vulgo. El Poder Legislativo no sirve para nada, aseguran eufóricos los compatriotas, y el presidente les dice que son unos ‘mamarrachos’. Lo que es evidente es que la oposición prácticamente no existe y sus pequeños intereses la hacen incapaz de articular una acción conjunta, y, por lo tanto, un gobierno poroso, sin liderazgo, le gana los partidos.

Sin embargo, ningún entuerto corrupto nos quita el entusiasmo de lo bailado. Es el Perú, señores. ¡Que viva la jarana, que vengan las celebraciones! ¡Jo, jo, jo! Un sudoroso Papá Noel nos brinda la alegría que necesitamos: un feriado largo, incluyendo el 2 de enero, que le cuesta a la economía nacional US$400 millones diarios. ¡Jingle bell!