Luis Davelouis: La minería de Aramayo

La congresista fujimorista Alexandra Aramayo –la misma de la ley mordaza contra la prensa– ha presentado un proyecto de ley en el que se propone que la minería ilegal deje de ser considerada crimen organizado. El proyecto, que lleva la firma de otros siete congresistas de su partido, sostiene que el endurecimiento de las penas no resolverá el problema de la formalización minera.

Dado que en la “bankada” nadie hace nada sin el visto bueno de la Sra. Keiko, ¿olvidaron que en campaña ella propuso penas más altas y más duras para combatir la delincuencia? ¿Se arrepintió o esta ley tiene que ver con que en el 2016 firmó un acuerdo con los mineros ilegales para bajarse los decretos 1100 y 1105 que por primera vez ponían alguna traba a dicha actividad?

O peor, ¿acaso tiene que ver, como reporta La República, con que entre el 2013 y el 2015 la notaría del congresista Francisco Villavicencio registró un total de 53 empresas de fachada utilizadas para exportar el oro ilegal de Madre de
Dios tramitadas, nada menos, que por Joule Vila Vila, el mismo que armó la empresa fantasma Comunicore?

Un minero ilegal no es un minero informal o artesanal, esa es solo una piel de cordero pues mueven más dinero que el narcotráfico. En 2013 se calculaba que en un año movían más de US$29 mil millones (El Comercio). Es decir, la minería ilegal mueve en un año el 67% de todo el Presupuesto Nacional del 2017. No es que se “considere” crimen organizado, ES crimen organizado. Sra. Aramayo, búsquese un técnico.

La minería ilegal es inseparable de muchos delitos que van desde el contrabando hasta la evasión tributaria, pasando por la trata de personas (incluso menores), secuestro, extorsión y sicariato. Además del daño al medio ambiente. ¿De verdad van a aprobar eso?