"Siete de cada 10 mujeres han sufrido violencia"

“Mi mensaje para la mujer peruana es de reconocimiento, porque es fuerte, diversa, luchadora; nadie nos ha regalado nada, todo lo hemos conquistado, y seguiremos trabajando porque el sueño de una sociedad igualitaria no lo debemos perder”. Estas son las palabras de Marcela Huaita, novísima Ministra de la Mujer, so pretexto del Día Internacional de la Mujer que se celebra este domingo”.

¿Le gusta la política?
No mucho. Me interesa el futuro del país pero no estoy pendiente de la política en términos partidarios. Nunca he militado en ningún partido, pero, como ciudadana, siempre he tenido opiniones propias, una visión de lo que quiero para el Perú.

¿Apoya la Unión Civil?
El Ministerio de Justicia se ha pronunciado positivamente; también la Defensoría del Pueblo, pero como ministra me corresponde implementar aquello que está ya aprobado. La Unión Civil aún se discute en el Congreso, y espero que lo que allí se apruebe sea lo mejor para la sociedad. Soy ciudadana, pero también ministra y debo respetar los fueros.

¿Sobre el aborto sí tiene una posición tomada?
En abstracto, creo que nadie puede estar de acuerdo con él, yo no quisiera que nadie aborte, pero hay situaciones específicas donde esto puede cambiar: los embarazos productos de una violación, por ejemplo. En el Perú está permitido el aborto terapéutico. Hace algunos años, en casos de violación, el Estado podía otorgar anticonceptivos que preveían la posibilidad de un embarazo, pero por una sentencia del Tribunal Constitucional estos se dejaron de entregar en establecimientos estatales. Pero uno los puede adquirir en una botica: esta situación es discriminatoria.

¿Qué piensa de la defensa de minorías como los homosexuales?
Nuestro trabajo se enmarca dentro del respeto de los derechos humanos y la no discriminación. El Ejecutivo tiene un viceministerio de Derechos Humanos, precisamente para combatir la discriminación, que puede venir por la orientación sexual de la persona. Nuestra preocupación es que estas personas sean protegidas, sobre todo en situaciones de violencia, muchas de las cuales se dan dentro de su propia familia.

¿Cómo ha conciliado sus posiciones ciudadanas con su función pública?
En un proceso de cambio, todas las instancias juegan un papel: la academia, las organizaciones sociales, la sociedad civil, las instituciones estatales, etcétera. Todos debemos aportar, todos tenemos un rol. Hoy, como ministra, mi tarea es lograr que las políticas trazadas se implementen y se cumplan.

¿El Estado hace bien su tarea en estos terrenos?
Creo que sí. El Ministerio de la Mujer se ha ido especializando, no solo nos dedicamos al tema de la promoción de los derechos de las mujeres sino a la ‘transversalización’ del enfoque de género –trabajar con los diversos niveles y estamentos del Estado–, a la especialización en la lucha contra la violencia de género y la protección de las poblaciones vulnerables –niños, adolescentes, adultos mayores, discapacitados, desplazados, migrantes internos, etcétera–. Hemos avanzado en especialidad y rectoría.

¿Tenemos una sociedad más consciente que rechaza, por ejemplo, la violencia de género?
Hoy, es políticamente incorrecto que alguien acepte una situación de violencia, pero otra cosa es la práctica y la coherencia entre lo que se piensa y lo que se hace. Ahora, el rechazo público nos indica que cada vez hay menos tolerancia a la violencia, lo que es muy positivo.

Con respecto al hombre y la mujer, nuestra sociedad está llena de inequidades…
En promedio, si un hombre y una mujer realizan la misma tarea, el hombre ganará 30% más. La mujer peruana es muy emprendedora: la mayoría de emprendimientos son femeninos, pero se crean por necesidad y no por capacidad y, por ello, su nivel de fracaso también es más alto. Por eso, ya estamos trabajando muy fuerte, con la creación de una dirección nacional y un plan de acción, en el empoderamiento económico de la mujer.

¿Cuál es la situación de la violencia de género en Perú?
Las cifras son muy fuertes: siete de cada diez mujeres que viven en pareja han sufrido violencia. En los últimos diez años, esto ha ido disminuyendo, no de manera muy notoria pero sí persistente. Sin embargo, hay que hacer un zoom a otros ámbitos, por ejemplo, las adolescentes embarazadas, muchas de ellas víctimas de la violencia y del incesto, sobre todo en la Amazonía.

Un pastor evangélico atacó a Ana Jara por defender los derechos de los homosexuales e insinuó que era lesbiana…
Rechazo esos pronunciamientos: muestran odio y con el odio no se construye. Nosotros estamos acá para defender y promover los derechos de las personas, y respetándolas en su integridad. Toda discriminación es inaceptable y nosotros tenemos como norte la defensa de los DD.HH. Nuestra tarea es fortalecer las familias en su diversidad.

¿El Estado peruano tiene un modelo ideal de familia?
No. El Estado tiene una realidad que es diversa, con familias diversas, como nuestro país. El Estado tiene que adecuarse a esa realidad porque así se construyen las políticas públicas.

AUTOFICHA

■ “Trabajé en la Defensoría del Pueblo, en el Congreso de la República, fui testigo de la creación del Promudeh. Estuve cuando se dio la Ley contra la violencia familiar, cuando se reformaron los códigos Civil y Penal. Hemos avanzado en la defensa de la mujer, pero todavía falta”.

■ “La familia de mi padre es ayacuchana. Crecí en Magdalena. Estudié Derecho en la Universidad Católica. He sido muy tímida, de pocas amistades. Aún hoy sufro para relacionarme con los demás, pero la universidad es mi espacio de seguridad”.

■ “Conocí a Ana Jara cuando me invitó a ser viceministra. Luego trabajé con Carmen Omonte, después pasé a la Secretaría de la PCM y hoy soy ministra. He apostado por un cambio: un cambio en las relaciones de hombres y mujeres y, por ello, trabajo en el Ministerio de la Mujer”.

Por Gonzalo Pajares (gpajares@peru21.com)