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Ricardo Lago: “La economía mundial está empeorando”

El especialista no es muy optimista con respecto al crecimiento económico para el próximo año.

Vaticinó en 2012 la caída del PBI a 3% por tres factores: el cambio de las exportaciones, la sobrevaloración de los activos y v

Analista respetado y con la experiencia necesaria para hablar de lo que se le viene al Perú en términos económicos, Ricardo Lago apunta claramente que los desequilibrios financieros del 2008 se han agravado y que vamos hacia una demografía decadente, ergo, “menores tasas de crecimiento”.

El analista advierte que caerá el dinamismo del comercio mundial y este hecho, sin lugar a dudas, “afectará el crecimiento del Perú”.

Fuiste el primero en vaticinar, hace dos años, la caída del PBI al 3%; no ocurrió en el 2013, pero ahí estamos este año. Detectar oportunamente el cambio de tendencia y la intensidad es muy complicado. ¿En qué fundamentaste el pronóstico?
En tres factores. Primero, el cambio de ciclo de las exportaciones cuyos ingresos en dólares comenzaron a descender. Segundo, la sobrevaloración de los activos, es decir, el elevado precio que pagaban los inversionistas por algunos activos, incluyendo los bienes raíces, precios que eran múltiplos elevados de las utilidades, compatibles solo con un crecimiento sostenido al 6% o 7% y que se desinflan en cuanto el crecimiento amaina. Tercero, los síntomas de cansancio de algunas variables hipersensibles al ciclo económico: mora en las tarjetas de crédito, ventas de vehículos, de electrodomésticos y otras.

¿Cómo percibes el 2015? ¿Podremos retomar más adelante el ritmo del 5% o del mágico 7%?
No creo que el ritmo vaya a levantar mucho en los próximos trimestres. La economía y el comercio mundial están empeorando. La caída del precio del petróleo crudo, 30% en seis meses, es una señal clara. En realidad, ese 3% de crecimiento interanual oculta información; la gráfica del PBI mensual desestacionalizado nos muestra un PBI con caída desde noviembre 2013 hasta agosto 2014. Creo que hemos tenido una leve recesión. El dato de setiembre levanta un poco, es más alentador… Ojalá se mantenga la tónica, pero no soy muy optimista. En cuanto al mágico 7%, creo que hay bastante confusión. Es cierto que, entre el 2005 y el 2013, el PBI creció cerca de esa tasa, pero fue con precios de los metales crecientes la mayor parte del tiempo. En cambio, si tomamos todo el periodo desde la estabilización, de 1991 a 2013, la tasa promedio es 5%. Y si dividimos dicho periodo en dos subperiodos, incluyendo en el primero los años de crisis internacional y/o crisis política interna, y en el segundo el resto, es decir los años “normales”, entonces tenemos que la tasa promedio de los años de crisis es 2.3% y la de los años “normales” es 7%. El 2014 es para los emergentes año de crisis relativa y posiblemente el 2015 también, por lo que una tasa de 2% a 3% para ambos años está sustentada históricamente…

Eres pesimista, entonces, sobre las perspectivas globales…
Sí, y por dos razones. Por un lado, los desequilibrios financieros que dieron lugar a la crisis del 2008 persisten y algunos se han agravado. Las políticas de monetización masiva de la deuda pública han provocado una nueva y colosal burbuja en los precios de bonos, acciones y bienes raíces; en cuanto al riesgo sistémico del sistema bancario del “muy grande para caer”, hemos pasado al “mucho más grande para caer” después de las absorciones de los bancos quebrados. La vulnerabilidad de la zona euro sigue ahí; la bola de nieve de los derivados financieros sigue rodando. Y todo ello sin haber resuelto el problema del endeudamiento excesivo que precipitó la caída del 2008, ya que parte de la carga de las deudas privadas se ha mutualizado con una creciente deuda pública. De hecho, el ratio total de deuda pública y privada contra PBI de las 20 mayores economías (las del G-20) ha aumentado en 30%. Decía el gurú del crecimiento Paul Romer que “malgastar una crisis es algo terrible”, y así ha sucedido. Por otra parte, de una demográfica afortunada vamos hacia una demografía decadente, lo que significa menores tasas de crecimiento. En este contexto, lo más probable es que el dinamismo del comercio mundial y precio de los commodities caigan, no que suban, y ello no favorece el crecimiento del Perú.

¿Cuál es tu evaluación del desempeño económico del actual gobierno?
Bastante mejor que el que esperábamos después de la elección en junio del 2011. Había entonces un gran problema de credibilidad que, en general, se ha conseguido recomponer con algunos buenos nombramientos: Velarde, Castilla, Saavedra, Segura, Gallardo, Ghezzi. También ha habido patinazos tanto en nombramientos como en señales.



BALANCE. Lago cree que el gobierno mejoró con buenos nombramientos: Velarde, Castilla, Saavedra, Segura, Gallardo y Ghezzi. (Martín Pauca)

¿Y qué te parece el Plan Nacional de Diversificación?
El diagnóstico del problema es correcto: hay una excesiva dependencia de la exportación de pocos productos (sobre todo minerales) y una gran concentración de la actividad económica en Lima. Es evidente. Ahora bien, cuando se plantean enfoques de planificación siempre recuerdo aquel libro de Hayek Camino a la servidumbre, amén de los antecedentes en Perú y por doquier. Si el Estado no puede garantizar la seguridad en las calles y es incapaz de formalizar al 70% de la población, difícilmente va a ser capaz de administrar complejísimas tareas en las que hasta en Noruega fracasan. Dicho esto, algunas de las propuestas no me parecen mal: promover la creación de fondos privados de capital de riesgo, fondos Ángel e incubadoras que inviertan en tecnología y ofrecer suelo industrial a precios razonables para incentivar el desarrollo de clusters. Por otro lado, ¿quién garantiza que el siguiente gobierno vaya a mantener el plan?

¿Cuáles consideras las principales limitantes al crecimiento del Perú?
Ley y orden a la cabeza de lista. Eran ya problema, pero se han deteriorado. El derecho a la integridad física de la persona antes que nada. Más allá, las empresas, mercados, contratos, inversiones no prosperan en abstracto; se necesita un marco institucional que sea incluyente (en contraposición a uno de élites extractivas o supremacía de los ‘lobbies’). Segundo, el acceso a la buena educación, y aquí hay que reconocer que el Perú está avanzando desde el gobierno anterior y ahora con el liderazgo del ministro Saavedra, con reformas en gestión, infraestructura, capacitación de docentes y meritocracia. Ojalá transcienda al 2016. Tercero, las mejoras de la infraestructura; más que la brecha en miles de millones de dólares, que es de lo único que se habla, me refiero a las prioridades y costo competitivo de las inversiones. Cuarto, la regionalización política ha sido un fracaso. Hay que recentralizar el poder político y regionalizar la actividad económica, y para ello hay que descentralizar la administración del Estado. Finalmente, la burocracia y las trabas; hay que retomar la agenda reformista. En buena parte vivimos de los réditos de las reformas que se acometieron entre 1990 y 1996.



NO CRECE. La economía se estancó por falta de leyes y orden. (USI)

Hablemos de infraestructura. Has mencionado la optimización del portafolio de inversiones. Mackenzie tiene una metodología interesante para dicha optimización…
Sí, y también el Banco Mundial tiene un buen enfoque; en mis años en el Banco Mundial se llamaba Evaluación del Programa de Inversiones Públicas, participé en algunos en varios países. Pero creo que muchas veces el problema no es la falta de una metodología o de capacidad técnica del gobierno, sino un problema de incentivos. Se prefieren grandes proyectos de alto costo a los más pequeños y obvios, en cuanto a rentabilidad, y la razón es que es en los grandes donde están las jugosas “comisiones”; revisen los informes de Transparencia Internacional.

¿Algún ejemplo?
Hace unos meses, Pedro Pablo Kuczynski, en El Comercio, explicaba los problemas de congestión y peligrosidad en la Carretera Central por La Oroya y Huancayo, e identificaba unas cuantas pequeñas inversiones para solucionar los problemas. ¿Por qué no se ponen en marcha gobierno tras gobierno? Y en su lugar se prefieren megaproyectos, como los US$6,000 millones para solo 27 km de metro en Lima (la Línea 2 ). Con ese dinero se podría llevar agua y drenaje a gran parte de los 10 millones de peruanos que no la tienen. Arabia Saudita por US$3,000 millones más está construyendo 450 km (la distancia de Lima a Nazca) de un tren de alta velocidad entre Medina y La Meca. Otro ejemplo es la modernización de la refinería de Talara. Son US$3,800 millones para una refinería de 95 mil barriles diarios, cuando la construcción de una nueva, a costo de EE.UU., sería US$1,700 millones y, a costo de países emergentes, menos de US$1,000 millones (la refinería de Jamnagar en la India, por ejemplo). Y eso que ni se necesita tanta capacidad de refino en Perú; lo más económico es importar directamente las gasolinas refinadas y a buen precio, pues es un sector con exceso de capacidad a nivel mundial. Otro ejemplo es la carretera Panamericana. En 1991, al inicio de la reinserción, el primer proyecto del BID fue un préstamo de US$100 millones para rehabilitar un tramo de la Panamericana. Veinticuatro años después, esta arteria principal debería contar con dos o tres carriles en cada sentido de Tumbes a Tacna. ¿Qué pasó? La preferencia por grandes proyectos caros a un consorcio ejecutor y sin competencia efectiva es manifiesta. ¿Es el mejor uso del dinero? Reformulando un refrán ingles, “el camino al infierno está empedrado de malas inversiones”. La mayor carga de la corrupción no son las comisiones, sino la mala asignación de recursos, el hecho de que no se seleccionen los proyectos de mayor prioridad, se desestimen los pequeños proyectos de alto impacto social.



COMPARACIONES. “El ritmo de mejora de Huacho, Chincha o Los Olivos no alcanza al de los distritos asentados de Lima”. (Rafael Cornejo)

Finalmente, ¿cuáles crees que son las perspectivas de crecimiento a largo plazo?
La bola de cristal… Acabo de realizar un ejercicio sobre el crecimiento del Perú en los próximos 20 años, hasta el 2034. Para ello es inevitable hacer muchos supuestos. Resumo. Desde 1990, es un cuarto de siglo de crecimiento sostenido, manteniendo las reformas pro mercado, pero es evidente que hay factores de agotamiento económico y social. En cuanto al económico, la caída en el crecimiento de exportaciones y productividad del capital; hace un par de décadas por cada 4% de inversión/PBI el Perú crecía 1%, hoy se necesita 5% de inversión/PBI para crecer 1%. Ocurrió igual en Chile, Corea. En cuanto al agotamiento social es evidente que el ritmo de mejora de Huacho, Chincha o Los Olivos, por ejemplo, no alcanza al de los distritos asentados de Lima y son precisamente esas divergencias las que utilizan los políticos populistas. No es aventurado suponer que cualquiera de los tres o cuatro candidatos con posibilidades para ganar la presidencia en 2016 mantendrá el modelo de finanzas ortodoxas y economía de mercado. Pero, a partir del 2021, bicentenario de la independencia, no se puede descartar el regreso de algún tipo de populismo que capitalice el binomio “hacienda saneada y carencias populares”. Siendo así, y haciendo muchos otros supuestos, llego a tres escenarios. En el alto, el Perú retoma el impulso reformista, los precios de términos de intercambio no se deterioran, la economía crecería al 5.3% promedio anual y el PBI real se triplicaría en 20 años. En el escenario medio, la política económica continuaría con la actual ortodoxia financiera, distorsiones microeconómicas y populismo puntual; el PBI crecería al 4.4% multiplicándose por 2.4. Finalmente, en el escenario bajo, en algún momento a partir del 2021, se regresaría a algún tipo de populismo, con lo que el PBI crecería, entre 2015 y 2034, a una tasa promedio de 3.5%, duplicándose en 20 años. Lo que está claro, en los tres escenarios, es que para el Perú se cierra la fase de finanzas afortunadas y vamos de regreso a la devaluación paulatina del tipo de cambio, déficit externo crónico y acumulación de deuda pública. La deuda pública aumentaría del 20% de PBI actual a 45%, 59% y 86% en 2034, respectivamente, en cada uno de los tres escenarios. Ojalá se dé el escenario alto.

SABÍA QUE

  • Entre 1993 y 2003 fue alto funcionario del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, creado para facilitar la transición a la economía de mercado de los países de Europa del Este y las otrora repúblicas soviéticas.
  • REFLEXIÓN
    “Dos temas preocupantes para la economía peruana van a ser (1) el desinflar de los precios de los activos locales –incluyendo los bienes raíces– y (2) el problema de las pérdidas cambiarias y riesgo de refinanciación de la deuda externa de las empresas. La economía peruana está en recesión, ligera, pero recesión”.



PERSPECTIVAS. El dinamismo mundial caerá y nos afectará. (USI)

ESTUDIOS

  • Ricardo Lago cursó sus estudios de posgrado en la Universidad del País Vasco y en la Universidad de California. Inició su carrera en 1976 como profesor de Economía en la Universidad del País Vasco. Entre 2004 y 2007 fue profesor de Finanzas Internacionales de la Florida International University.
  • CORRUPCIÓN
    “Reformulando un refrán inglés, ‘el camino al infierno está empedrado de malas inversiones’. La mayor carga de la corrupción no son las comisiones, sino la mala asignación de recursos, que no se seleccionen los proyectos de mayor prioridad y se desestimen los pequeños proyectos de alto impacto social”.

Por Juan José Garrido (director@peru21.com)


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