26.ABR Viernes, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados

Víctor Andrés Ponce: "El oficialismo ha jugado con el indulto a Alberto Fujimori"

El analista sostiene que el gobierno está desperdiciando innecesariamente quizá una segunda luna de miel obtenida por la atención a la emergencia.

Víctor Andrés Ponce: "El oficialismo ha jugado con el indulto a Alberto Fujimori". (Mario Zapata/Perú21)
Víctor Andrés Ponce: "El oficialismo ha jugado con el indulto a Alberto Fujimori". (Mario Zapata/Perú21)

Por Mariella Balbi

El analista Víctor Andrés Ponce manifiesta que son varios mandatarios vinculados al caso Lava Jato, hecho grave para la política peruana. El antifujimorismo, según Ponce, hará que este gobierno solo administre la crisis —que es fuerte— y continuará siendo un régimen débil.

¿Qué resulta más importante para la opinión pública? ¿El proyecto de reconstrucción presentado por el Gobierno al Congreso o la situación carcelaria de Alberto Fujimori?
—Es incuestionable que, en términos mediáticos, la atención ciudadana está puesta en el indulto o arresto domiciliario de Fujimori. Una vez más el país ha vuelto a entrar en una discusión sobre la situación carcelaria del ex presidente Fujimori. El problema es que esta discusión está obviando el gran tema de fondo que debe discutirse en nuestro país. Tienes un Ejecutivo con poca representación en el Parlamento y una mayoría absoluta del fujimorismo en el Legislativo. En cualquier democracia o sistema político con cierta salud, todas las opiniones coincidirían en que no hay gobernabilidad ni buen gobierno si es que esos dos sectores no se entienden y tienen acuerdos políticos. El Gobierno está desperdiciando innecesariamente quizá una segunda luna de miel obtenida por la atención a la emergencia, al no convocar a un diálogo, a un proceso de convergencia.

¿Posible acaso?
—Creo que el fujimorismo dice la verdad cuando señala que se está utilizando la situación carcelaria de Fujimori para un simple amague político. Lo peor de todo es que solo se trata de conatos, gambitos.

¿Para qué?
—En el ppkausismo existe la idea de que tienen que cabalgar en la polarización fujimorismo-antifujimorismo para ganar en ciertas tensiones que pueden presentarse entre el Ejecutivo y el Legislativo.

¿Quieren bajarle el moño al fujimorismo?
—Claro. Mire qué extraño. Se produce el aniversario 20 de la operación Chavín de Huántar. El Gobierno invita a Keiko Fujimori. Ella va. Es el primer gesto de acercamiento luego de la reunión con Cipriani y todos los enfrentamientos que hemos vivido. Pero PPK llama a la lideresa de la oposición “la hija de Alberto Fujimori”…

¿Le parece que la ninguneó?
—Es raro, ¿no? Pero yo lo sumo a esto, horas después el vicepresidente de la República señala que el líder indiscutible de Fuerza Popular es Alberto Fujimori. Esto luego de 15 años de participación de Fuerza Popular en la democracia y luego de la participación de Keiko en la segunda vuelta de dos procesos electorales. Es más que una simple declaración. Posteriormente ha trascendido que el Gobierno ha promovido la reactivación de un proyecto de ley que permitiría el arresto domiciliario por condiciones humanitarias y de avanzada edad. Ante el impulso y conversaciones del Gobierno, el congresista ex ppkausa recoge el guante y se suman Salvador Heresi y Sergio Dávila (PPK). Luego se produce el saludo caluroso entre Fernando Zavala y Kenji Fujimori.

¿Cree que su padre saldrá?
—Da la sensación de que el Gobierno quiere negociar con el albertismo para presionar a Fuerza Popular.

¿Para qué?
—Eso es lo torpe, para qué hacerlo en un momento en que FP estaba embarcada en apoyar el proyecto de reconstrucción que finalmente se aprobó con modificaciones de FP. No es un enemigo como para actuar así. Además, el Ejecutivo sabe que en la práctica no habrá arresto domiciliario y que Alberto Fujimori lo rechaza, según informó Alejandro Aguinaga. Eso es malgastar políticamente el nuevo impulso de popularidad que tiene el Gobierno por la atención de la emergencia porque se sigue con esta lógica de polarización extraña y no convocar a un nivel de entendimiento.

Tal vez el Ejecutivo pensó que FP sería más duro con la ley de reconstrucción y buscó una manera de equilibrar…
—Innecesaria. Ese es el problema. Ese razonamiento no ve las cosas en términos de política estatal, siempre va a existir ese enfoque, es el razonamiento de la pequeña política. Oiga, se produjo una unidad nacional en torno al aniversario de la operación Chavín de Huántar, has logrado un acercamiento con la lideresa de FP. Lo que debió hacer el Ejecutivo –esa es su responsabilidad según la Constitución– fue promover un acercamiento con FP. Si no, está malgastando esta segunda luna de miel, repitiendo lo de la segunda vuelta y luego del triunfo electoral.

¿Cómo lee la actuación de Kenji Fujimori?
—Es un líder del fujimorismo y pienso que su principal objetivo es la liberación de su padre. En ese sentido puede ser calificado como albertista. Pero no creo que detrás de sus gestos haya estrategias, aproximaciones, como pretende desarrollar el antifujimorismo. Este ha construido a Kenji como, prácticamente, un líder alternativo. Eso no es verdad. Se equivoca totalmente el fundamentalismo antifujimorista. La representación de FP la ha convertido en la mayoría congresal, y la fuerza que estuvo en dos segundas vueltas, pero eso no depende de la memoria de los años 1990 sino de la voluntad de una organización política que tiene 15 años en escena. Porque si las cosas fueran como quiere imponer el antifujimorismo, existiría el velasquismo, odriismo y todos los ismos. Pero eso no es así. Ha pasado un cuarto de siglo. En ese tiempo no es fácil que surja una fuerza política, algunos sociólogos comienzan a pensar en una especie de peronismo. No es solo la memoria histórica, hay organización, procesos electorales, comités…

¿Kenji Fujimori ha pisado el palito?
—Todo indica que no habrá un cambio en la situación carcelaria de Fujimori, este no está de acuerdo con el proyecto de ley. Lo que ha hecho el oficialismo es jugar con el tema, como lo hizo el nacionalismo.

¿Qué traerá esto?
—Distanciamiento. Si el vicepresidente dice que el líder de FP es Alberto Fujimori –el mismo que no fue interpelado por la prudencia de FP–, la lideresa de FP tiene que demostrar quién lidera. Y eso va a pasar por un nivel de endurecimiento de la bancada legislativa que significará varias fracturas óseas al Ejecutivo. En realidad no saben lo que están haciendo y si lo saben, son muy torpes.

¿Por qué la polarización?
—Se ha querido jugar con los alineamientos internos de FP, un amague de presionar al albertismo para arrinconar a FP y colocar en una posición incómoda a Keiko Fujimori. Esas cosas no se hacen en política. Menos aún cuando este gobierno no tiene ninguna posibilidad de éxito hacia el 2021 si no tiene un acuerdo con la mayoría legislativa. La única posibilidad de que el Perú salga adelante no es administrando la crisis sino haciendo reformas de fondo. Eso solo se logra si hay acuerdo entre el Ejecutivo y el Legislativo. No solo para conseguir votos en el Congreso sino el respaldo político en la ciudadanía. Por ejemplo, la reforma laboral. PPK no se come el lío con la izquierda porque no tiene acuerdo con el fujimorismo.

¿La reconciliación son palabras vacías?
—Lo único que ha hecho es enrarecer aún más las relaciones. Estamos en una polarización terrible para el Perú. Nuestro país no avanza sin un acuerdo entre el ppkausismo y el fujimorismo. Lo sostendré una y otra vez. Solo administrando la crisis podemos no llegar al 2021, o llegamos tan mal –con un crecimiento raquítico, acercándonos a la recesión– que el pesimismo, la desesperanza, se van a apoderar de la mayoría de la gente abriendo el espacio para que florezca una fuerza antisistema y surjan muchos aventureros.

¿Quién exacerba esta polarización?
—Esa es una pregunta difícil de responder. Veo que el premier tiene una enorme responsabilidad de no utilizar esta segunda luna de miel para una convergencia con el fujimorismo. Lo veo dejándose llevar por las olas mediáticas antifujimoristas. El otro problema es que en el Perú hay medios que atizan el antifujimorismo y creen que se puede gobernar contra una mayoría legislativa. En ninguna democracia del mundo ocurre eso. Mire EE.UU., si el presidente no consigue el apoyo del Congreso, el gobierno federal se para. Los empleados públicos se van a su casa. En nuestro país, algunos creen que se puede hacer política en una guerra contra la mayoría legislativa con sectores de medios. El premier tiene enorme responsabilidad al no entender que debe liderar este acercamiento. Su problema es que no se rodea de gente adecuada.

¿A qué se refiere?
—Se conoce que hay sectores del radicalismo antifujimorista más extremo que están al lado del premier. Eso no debería suceder, el Gobierno debe entender el mandato popular.

¿El indulto a Fujimori es posible?
—Es posible. Ojalá Dios ilumine al presidente Kuczynski. De dárselo se pone por encima del ppkausismo y del fujimorismo. Pasaría a ser el presidente que clausura esta absurda polarización que está envenenando la democracia en los últimos 15 años.

¿La reconstrucción se concretará?
—Se ha aprobado la autoridad para 3 años. Todos los procedimientos, elaborar proyectos, sistemas de control, participación de los gobiernos locales, regionales, todo el sistema aprobado es prácticamente el mismo. Es el sistema estatal que a fin de año no puede gastar más del 60%, 70% en inversión pública. El mismo que ha hecho que la inversión pública caiga dramáticamente este trimestre. Es el Estado adiposo, ineficaz. Con un acuerdo político se podría hacer cambios, crear sistemas de ‘fast track’ con sistemas de control con participación ciudadana. La agilidad se ha perdido. Esto permitiría relanzar el crecimiento los próximos años. Ejemplo, Chinchero y el Gasoducto pusieron en cuestión la modalidad de inversión de las Asociaciones Públicas Privadas. Con un acuerdo, eso se puede modificar para bien de las APP. Hay algunos especialistas que no consideraban necesario presentar este proyecto de ley. Tener una autoridad hará que ministros y gobernadores la vean un poco por encima del hombro, sostenían que el premier debería encabezar la reconstrucción.

¿Será exitosa la reconstrucción?
—Depende de una gran voluntad política del Ejecutivo. Eso empezó cuando vio que la política no se hacía en un set de televisión. Movilizó todos los recursos. Pero si el Gobierno cree que la subida se debe a gastar 8 millones de soles en publicidad, ya sabemos que fracasará.

La mayoría fujimorista en el Congreso modificó el proyecto de ley del Ejecutivo. ¿Fue adecuado?
—El fujimorismo ha adoptado una actitud conservadora. Ha querido quedar bien, pero no hay una reforma. Fuerza Popular también tiene errores.

¿Cuáles?
—No liderar la unidad nacional cuando se produjo la emergencia. Kenji fue el que se tomó la foto con la primera dama. Fue un gravísimo error, revela fragilidad de FP. Me recuerda a la debilidad de su estado mayor durante la última semana electoral, le significó la derrota. Kenji quiere que FP se institucionalice. FP debe proceder a organizar comités regionales con expresiones democráticas, conversar en un partido histórico.

Dentro de este panorama y con los audios sobre Ollanta Humala, el caso Lava Jato se difumina, ¿no?
—Sí, pero será un elemento permanente de la situación política. En junio se desclasifica la información en Brasil y será relevante. Ya tenemos dos ex presidentes comprometidos.

Y el ex presidente Alan García dijo que Jorge Barata (Odebrecht) y José Graña (GM) integraron el directorio de la ONG Agua Limpia de PPK…
—Es que el caso Lava Jato compromete prácticamente a todo el sistema político. Espero que no comprometa a Kuczynski. Sería terrible y lamentable para la democracia. En Lava Jato hay poco espacio para la especulación porque las pruebas vienen de Brasil. Lo que me llama la atención es que los líderes que son la quintaesencia del antifujimorismo en el Perú están embarrados y con procesos judiciales. Es paradójico.

¿Le cayó la noche a Ollanta Humala y Nadine Heredia con los nuevos hechos en el caso Madre Mía?
—Indudablemente. La única explicación por la cual Humala fue elegido presidente es por el ataque del antifujimorismo. A la luz de lo que vemos, hay que reflexionar qué significa hacer política en base a vetos y antis. Lo vivimos con el siglo XX con el antiaprismo.

Desde el 2006, Humala carga con un rosario de delitos, plata negra, asesinatos, copamiento del Poder Judicial, las agendas donde se mencionan nombres de magistrados, las FF.AA., bien parecido a lo de Montesinos…
—Cuando el nacionalismo llegó al poder en el 2011, llevaba en gran parte el software del montesinismo. Con lo que sabemos hoy, Humala estaba más cerca de la versión militar de los 90 que incluso la propia Keiko Fujimori. Ahora constatamos que hubo una intención de copar el Poder Judicial y que coparon las FF.AA., la Policía, gobernaron con la DINI con chuponeos y seguimientos, utilizaron a la Sunat. Ahora sabemos todo el manejo que hicieron Humala-Heredia del Poder Judicial. Había una estrategia para controlar el PJ, o influenciarlo…

Viene a mi mente la reelección conyugal, el copamiento de instituciones era para quedarse en el poder…
—Claro. Quien señale que Humala, desde sus inicios, no era un proyecto autoritario, comete un gran error. Hoy es clarísimo que su proyecto pasaba por controlar las instituciones. Nadine Heredia quería continuar el proyecto autoritario. La actuación de la oposición, la de Alan García particularmente, truncó esto.

¿Se le reabrirá el juicio como corresponde a Humala? Los hechos que han vuelto a salir son escabrosos…
—Las interceptaciones se hicieron legalmente con autorización del juez. Humala está siendo inexacto. Él puede ir a la cárcel con estas revelaciones porque son delitos de lesa humanidad que no prescriben. Las agendas de Nadine Heredia ilustran bastante bien el manejo de este caso. A Humala se le viene un calvario judicial. En su gobierno, él quiso liderar todas las judicializaciones de sus rivales políticos, su régimen se caracterizó por eso. Por querer convertir las relaciones con sus adversarios en un gran tribunal. Se le está devolviendo.

¿Lo protegerán?
—Todos queremos que el Poder Judicial y la Fiscalía estén a la altura de esta democracia que va en su cuarta elección. Hay nombres de miembros del Poder Judicial en las agendas. Espero que haya residuos morales en el Poder Judicial y en la Fiscalía. Los sectores sanos que todavía existen deben poner estas instituciones a la altura de las circunstancias. Si no lo hacen, se creará una situación de impunidad que no solo afectará al sector judicial sino también a la misma democracia. No sé si este gobierno protege a Humala, pero si va en esa ruta, sería un gravísimo error.

¿Nadine Heredia se fugará del país?
—Si puede hacerlo, lo hará. Al parecer hay audios de conversaciones de Barata con Heredia sobre temas vinculados al Gasoducto. Ella no parece ser una persona que enfrente la cárcel.

¿El Perú debería volver a mostrar su disconformidad ante la FAO por el nombramiento de esta señora?
—Creo que sí. Sobre todo si estos audios confirman la entrega de 3 millones por Odebrecht.

¿El Frente Amplio está al borde del derrumbe?
—También se le ha venido la noche ideológica. La mitad votó por declarar héroes a los comandos Chavín de Huántar y la otra mitad votó en contra. Y solo uno de ellos voto a favor de la moción que condenó al gobierno de Maduro. Verónika Mendoza está muy golpeada en los sectores de la clase media que la veían con cierto aire de rebelde. Toda la bancada votó en contra del proyecto de ley de reconstrucción.

¿Alejandro Toledo vendrá al Perú?
—Eso depende de la gestión de las autoridades peruanas.

¿Se puede partir el fujimorismo?
—No se puede descartar, es una posibilidad. De producirse no le impactaría sustantivamente a Keiko Fujimori.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.