El chico que comenzó a los 8 años con un Atari y ahora dirige Konami Latinoamerica

Jerónimo Quintero es gerente general de Konami Latinoamérica, pero antes que nada es gamer. Cuando tenía ocho años, su abuelo le regaló un Atari y desde entonces no dejó de jugar, de soñar, de ganar. No se ha perdido ninguna consola, como Nintendo, Super Nintendo, Nintendo 64, GameCube, Play Station, Play Station 2, Sega Genesis, etc.

En su mochila de viaje, además de sus prendas de vestir, no pueden faltar sus consolas portátiles, que recientemente las ha llevado por Colombia, Chile, Argentina y ahora en nuestro país, adonde llegó para presentar Pro Evolution Soccer 2016 (PES 2016) y Metal Gear Solid V: The Phantom Pain.

El treintañero mexicano puede pasar hasta tres horas diarias frente a sus videojuegos, aunque de niño tranquilamente hacía 12 horas. Prefiere los juegos de aventura y acción, pero su favorito es Mario Bros. Sin duda, la conoce.

“Es un sueño hecho realidad. Antes que nada soy un gamer y un fan de los juegos. Me encanta tener la oportunidad de que me paguen por ir a las ferias y ver los juegos nuevos y obtener la información desde adentro del desarrollo de los videojuegos. Sí me imaginé llegar a esto”, nos dice el también ingeniero industrial.

Quintero empezó en el negocio de distribución de videojuegos, luego trabajó un tiempo en Play Station Sony, después en THQ (que ya no existe) y ahora en Konami, la empresa japonesa de desarrollo de juegos.

OTRO ‘LEVEL’
Los videojuegos no tienen límites. El futuro inmediato es la realidad virtual. Y eso lo sabe el gerente de la compañía japonesa, quien asegura que “van a seguir desarrollándose de una manera impresionante. Lo que podamos soñar, lo vamos a poder hacer”.

Precisamente, los juegos ya no son solo entretenimiento. Ahora también funcionan para ayudar en procesos de recuperación. “Por ejemplo, si eres alguien que juega fútbol y estás lesionado, jugar un videojuego sirve para, al menos, mantener tu mente acostumbrada a la táctica y la estrategia”, afirma Quintero.

Por otro lado, los videojuegos dan habilidades cognitivas, las desarrollan más. Para el gerente, los juegos ahora son bien sociales, debido a los torneos y porque se juegan en línea con otras personas.

Los videojuegos también ayudan al desarrollo de la mente de los niños. “Yo era un niño que jugaba muchísimo, pero hay que buscar un balance: los juegos en la calle, los deportes son muy importantes también, pero los videojuegos desarrollan la parte mental de las personas, que de otra manera no se daría”, explica el también magíster en Administración, quien asegura que las historias que se cuentan, finalmente, ayudan mucho en la concentración, en la atención, casi como terapias. “Son herramientas esenciales para el desarrollo”, afirma el mexicano.

Quintero sigue siendo el niño de ocho años que empezó con Pac Man, pero hoy tiene sabiduría y experiencia. Y, sobre todo, ganas de seguir jugando. To be continued.