[Este miércoles la página de Facebook ‘Marca Chile’ causó gran controversia en las redes sociales luego de afirmar que los picarones, un postre típico peruano, eran chilenos. Hace unos meses, Perú21 realizó una cata de este plato dulce y este fue el resultado]
[NOTA ORIGINAL 05/06/15]
Dentro del mundo de las celebraciones que existen porque sí, el National Donut Day (una festividad claramente estadounidense) ha merecido nuestra atención no solo porque se celebra hoy, sino también porque la dona es la prima del picarón.
Bueno, primas lejanas. Ciertamente la forma de preparación es similar . La diferencia está en los ingredientes que conforman la masa, el bañado de dulce al que se les somete rigurosamente después de fritas y el cariño que se le mete a un picarón comparado con la amplia variedad de donas.
Así te enseña BuzzFeed a hacer una dona:
Y así te enseña Teresa Izquierdo a hacer un picarón:
Nosotros carecemos de un ‘Día del Picarón’ (y eso que hay día del pollo a la brasa). De hecho, la única razón por la que los estadounidenses celebran un ‘Día de la Dona’ es porque fue creado en 1938 por el Ejército de Salvación en honor de los hombres y mujeres que servían este, eh, postre, en la Primera Guerra Mundial.
Las donas, no queda duda, son totalmente gringas. De hecho una teoría sugiere que fue inventada por migrantes daneses que se asentaron en algún punto del siglo XIX. Su masa está hecho de todo lo que lleva un postre estándar: harina, azúcar, levadura, mantequilla, huevo, vainilla y leche.
Por otra parte, el picarón apareció en el virreinato. Aparentemente una adaptación de los buñuelos españoles de infuelncia morisca. La masa es de harina de trigo mezclada con zapallo, un toque de camote y el bañado suele ser de chancaca. Es un clásico de la cocina rojiblanca.
NUESTRA CATA
Decidimos hacer una ‘cata’ en la redacción: ¿Quién gana en términos de sabor, textura y demás?, ¿un picarón o un donut? Esto fue lo que hicimos y estos fueron los resultados:
Para Jenny García, nutricionista de la División Ambulatoria de la Red Sanna, lo que hicimos no es nada recomendable. Una dona aporta entre 220 a 450 calorías (dependiendo del tipo de veneno dulce que le hayas puesto encima).
“Pero los ingredientes son sanos”, podrías pensar, justificando tu necesidad de grasa, pero Jenny pone el parche: el aceite vegetal en el que se fríe una dona (porque sí, se fríe) al calentarse se convierte en grasa saturada. A eso le sumas la harina arrojada al aceite y ya tienes compuestos cancerígenos.
“No se recomienda para nada, por ningún lado por donde lo veas”, dice la nutricionista, remarcado que finalmente son las personas las que escogen, pero que deberían saber qué es lo que estás comiendo.
“Si necesitas energía mejor comer un plátano, un paquete de galletas, un pan, por último una bola de helado”, nos explica, “es un postre que agrada, pero no es recomendable desde ningún punto de vista”.
Antes que empieces a sacar pecho por el picarón, lamentamos informarte que también se fríe, también tiene harina y estás expuesto a los mismos riesgos de salud: presión arterial, sobrepeso y en general ocupar más espacio del necesario en el mundo.
Pero terminaremos esta nota con una buena noticia de Jenny: “Entre ambas, el picarón es mejor porque el picarón no tiene agregado nada encima. Además, el tiempo de exposición en el aceite es menor”.
Finalmente, aquí la recomendación de nuestra experta nutricionista: Si consumes una de estas frituras esporádicamente (o sea, no todos los días ni todas las semanas) y tienes una alimentación balanceada, no tendrías por qué sufrir daño alguno.
El problema viene cuando haces que la comida chatarra sea parte de tu vida. O cuando comes la dona con chispitas.
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