Mariella Sausa
La elección de una carrera profesional es una de las decisiones más importantes de la vida. Sin embargo, para muchos jóvenes es muy difícil elegir su rumbo y encontrar su verdadera vocación. ¿Cómo definir a qué le dedicarán todo su esfuerzo y el dinero que quizá más adelante no tengan?, ¿cómo darse cuenta de cuál es la mejor profesión según su perfil y sus aptitudes?, ¿cómo elegir sin equivocarse?
Juan Lazo Paredes, director del centro de psicoterapia Expresa Salud Emocional –expertos en orientación vocacional–, da a los adolescentes algunas pautas a tener en cuenta. “Lo primero que deben hacer es reconocer sus habilidades, gustos y potencialidades, pero también sus debilidades”, asegura.
Lazo señala que antes de optar por una u otra carrera, los adolescentes no solo deben revisar su capacidad frente a las matemáticas o la comprensión lectora, sino recordar cuáles eran sus comportamientos habituales y sus hobbies. “Es importante reconocer, por ejemplo, si les gustaba socializar y estar en la calle o si preferían dedicar su tiempo libre a leer o explorar en una computadora. Asimismo, si les gustaba andar en grupo o preferían estar solos, pues eso puede dar una idea del grupo de carreras afines”, explicó.
El experto indicó que tener en cuenta las debilidades también es muy importante para no equivocarse pues, si se escoge una carrera que no va con sus gustos y habilidades, su paso por la universidad será más difícil y podría terminar abandonando los estudios.
DECISIÓN CON LA FAMILIA
Aunque hoy en día es muy común que los padres dejen a los hijos la libertad para elegir, para Lazo esta es un arma de doble filo, pues muchos jóvenes no tienen la información ni la experiencia de vida necesaria para tomar esa decisión.
“Contrariamente a lo que muchos piensan, el apoyo emocional de los padres es importante y es un error común que no se involucren, pues los jóvenes están definiendo su futuro”, argumentó.
Sin embargo, advirtió que eso no debe llevar a los progenitores al otro extremo, que es tratar de influenciar en las decisiones de sus hijos o recortar sus expectativas por los prejuicios que tienen sobre ciertas carreras. “En realidad se trata de una decisión familiar que debe ser manejada en familia. Los padres no deben tratar de direccionar a sus hijos ni tampoco dejarlos solos”, precisó.
PRIMERO EXPERIMENTAR
Para Paredes, lo mejor antes de que el joven opte por una u otra carrera es la experimentación, que los adolescentes prueben e indaguen sobre el abanico de oportunidades, participando en talleres o entrevistas con profesionales.
Pero en el caso de que haya mucha confusión es mejor acudir a un especialista, para que lo ayude a definir sus características y reconocer hacia qué grupo de carreras está más orientado, de acuerdo con su personalidad.
“No solo se deben tener en cuenta las habilidades mentales y físicas. También es muy importante la visión de la vida. Hay quienes son abiertos y libres y no se sienten cómodos con la idea de trabajar en un solo lugar o en un ambiente muy competitivo y, por el contrario, hay jóvenes a los que les gusta la competencia o estar en una oficina. Al final, la decisión será solo suya”, finalizó.
Ahora, ya sabes lo que debes tener en cuenta.
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