“Lamento mucho leer su artículo fuera de toda moral, pero también real del mundo actual que viven nuestros hijos y que amenaza su salud física, sexual y emocional, que distorsiona todo conocimiento de los valores que ahora llaman pasados de moda, de lo que nos enseñaron nuestros abuelos.
No sé qué edad tenga, ni si Ud. tiene hijos, o peor aún hijas.
Yo sí, y ya es difícil controlar esta vorágine de inmoralidades, que se pintan modernas y de avanzada. ¿Avanzada? ¿Para quién, Sr. Migoya?
Lo peor de todo esto es que no solo es el sexo, sino que todo lo que esta corriente puede acarrear es prostitución. Es tan malo como permitir que los gays tengan hijos, porque también esos niños crecen sin conocer el sexo opuesto en su dimensión natural, sino distorsionada por hombres que quieren ser mujeres o viceversa.
Por favor, si es Ud. periodista, orientemos a nuestros hijos, a nuestro Perú hacia el camino que nos haga grandes, grandes en espíritu, en ideales, no en lo fácil y pecaminoso.
¡¡Dentro de poco ya va a salir que es moderno tener sexo con animales!! Si es que no lo están haciendo ya.
He tenido experiencias divinas, he sentido la muerte y, sin ser más que un simple ser, puedo decir que HAY un mas allá… Que el DIOS de todo nos ama y que todo esto es destrucción de un mundo creado para ser amado y cuidado. Lo peor de todo es que los que nos juzgan no son nada más que nosotros mismos al final del camino…. Sonriamos al final y no lloremos por el daño causado al extraño que es también parte de este mundo. Si alguien nació torcido, necesita más nuestra ayuda. Y será también feliz. Pero no alentemos estas distorsiones de chicos inseguros, irresponsables, desprotegidos, sin amor, por favor.
Gracias por escuchar”.
Estimado lector, por fortuna sucede al contrario: nuestros abuelos solían ser más pervertidos que los actuales, pero familias y medios lo silenciaban o lo hallaban “normal”. Y son las sociedades conservadoras y reprimidas las que generan sadismo y perversión: recuerde los crímenes de la Inquisición o la pederastia en el Vaticano. El cristianismo trajo un concepto de igualdad y solidaridad admirables, pero históricamente también mucha tortura y muerte.
El sexo consensuado, practicado con profilácticos de manera segura y placentera, propicia un desarrollo personal mucho más sano y vital que el sometimiento a reglas traumáticas y opresivas que solo generan depravaciones. Su intención es buena, pero su método nefasto y, además, insultante para colectivos humanos con los mismos derechos que Ud. tiene.
Según su visión, Dios no hubiera ofrecido la posibilidad física de excitarnos con personas que no amamos.
DATOS
- En 2009, la Santa Sede reconoció en una declaración oficial que en el último medio siglo “entre un 1.5% y un 5 % del clero católico se ha visto envuelto en casos de abuso sexual”.
- Según el Pew Research Center, en 2015 más de la mitad de cristianos estadounidenses (un 54%) sostuvo que la homosexualidad debería ser aceptada y no perseguida por la sociedad.
- Para la revista Psychologytoday.com, los estudios más recientes no pueden afirmar que el sexo casual seguro sea perjudicial para las personas: depende de la psicología de cada una.
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