La higiene es el punto cero en cuanto a cuidado de los pies. De hecho, es la falta de ella lo que ocasiona la mayoría de problemas. Para empezar, hay que lavarlos apropiadamente todos los días. Se recomienda usar jabón neutro y, sobre todo, secarlos muy bien después del proceso. El uso de talco es imprescindible.
También es necesario aplicar crema humectante para evitar que la piel se seque o se cuartee, algo muy común en invierno. Si usted tiene pies secos, le conviene emplear cremas suavizantes con componentes nutritivos. Puede probar, quizás, una mascarilla de pies. En pocos días verá buenos resultados.
Otra acción importante es la exfoliación. Sirve para eliminar las células muertas y estimular la producción celular. En el mercado hay diversos productos hechos para este fin. También puede recurrir a la piedra pómez, herramienta de belleza que nunca falla. Se puede realizar entre una y tres veces por semana.
Asimismo, las uñas deben mantenerse siempre limpias y cortas. La uñas que no reciben atención son potenciales guaridas de hongos y otros microorganismos.
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