Hay que ponerse en forma. La actividad física constante no solo equivale a darle una patada al colesterol y mantener bien lejos a las enfermedades crónicas, sino también es una manera de entrenarse para rendir mejor en términos sexuales.
CAMBIO EVIDENTE
“Doy fe de ello. Salir a trotar todos los días, hacer yoga y un poquito de pesas ha tenido un impacto importante en mi vida sexual”, dice Oriana (29). Ella no era precisamente una chica deportista, pero se convirtió en una cuando se hizo un chequeo de rutina. “Me detectaron prediabetes. O sea, mi glucosa estaba altísima. Es el paso previo a la diabetes, obvio, pero el punto es que aún estás a tiempo para hacer cambios en tu estilo de vida y evitar desarrollar la enfermedad. El médico me obligó a comer sano, chequearme y, sobre todo, hacer ejercicio. Me cambió la vida”, explica.
Con el correr de las semanas y los meses, Oriana se sintió mucho mejor. Más relajada, enérgica, positiva. “Mi resistencia y mi flexibilidad aumentaron poco a poco. No solo lo noté cuando salía a correr, sino también en mi intimidad. Me sentía capaz de resistir más tiempo y probar más cosas, en serio”, dice ella.
CAMBIO EVIDENTE
Daniel (34) trabaja en una oficina de nueve de la mañana hasta las seis de la tarde. El sedentarismo y la comida chatarra lo arrinconaron contra la pared. “Al pasar la base tres, ya no funcionas igual. Me di cuenta de que, en la cama, no rendía como cuando tenía veinte años. Me cansaba al toque, no tenía fuerzas en los músculos”, cuenta.
Un amigo suyo, entrenador personal, le contó que podía cambiar situación con disciplina y ejercicio. “Me explicó que debía fortalecer los músculos de piernas, brazos y, en especial, los del abdomen y la zona lumbar, que son los que más participan durante el sexo”, revela Daniel.
LO DICE LA CIENCIA
Según la Clínica Mayo (Estados Unidos), el ejercicio frecuente ayuda a disminuir el riesgo de sufrir disfunción eréctil. Asimismo, facilita el proceso de excitación de las mujeres. Un estudio de la Universidad de Bentley encontró que las mujeres que realizan ejercicios cardiovasculares son capaces de tener un mejor rendimiento sexual.
Otro entrenamiento clásico y muy recomendado es la rutina de Kegel, también conocida como el ejercicio de contracción del músculo pubocoxígeo. La idea es realizar contracciones de los músculos pélvicos durante varias semanas, a fin de facilitar la llegada de los orgasmos e, incluso, hacer que sean más intensos.
Una idea que se desprende de todo esto: ejercitarse en pareja. ¿No sería divertido? Según el portal Health, bailar salsa es una actividad que puede poner en forma a los amantes y, además, estrechar sus vínculos afectivos.
TENGA EN CUENTA
- ¿Usted es sedentario? ¿No hace ejercicio desde el colegio? Antes de someterse a rigurosos entrenamientos, es conveniente pasar por un chequeo médico rutinario para descartar alguna dolencia.
- El uso de fármacos vasodilatadores –como el Viagra, por ejemplo– siempre debe estar bajo receta médica. No se arriesgue.
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