Después de 13 días, Olivier Toledo Carlos (19) regresó a su casa. Su cuerpo llegó ayer en hombros de sus rescatistas, valerosos policías que sacaron el cadáver del estudiante del agreste desierto de Polobaya, en el que se perdió el 1 de mayo en su peregrinación hacia el santuario de Chapi.
El ataúd arribó a la vivienda ubicada en el distrito de Cayma a las 3 y 15 de la tarde, minutos después de que se oficiara una misa de cuerpo presente en la parroquia del Señor de la Divina Misericordia, donde los restos del joven recibieron la bendición del arzobispo Javier del Río Alva. Allí mismo, sus familiares y sus amigos elevaron una plegaria.
A la salida del templo, Soledad, hermana de Olivier, manifestó que este fue muy valiente al tratar de sobrevivir sin agua y sin comida en medio de las dunas, soportando el intenso calor del día y el frío de la noche. Agregó que también está muy agradecida con el guía Eloy Cacya por haber ubicado a su pariente.
Posteriormente, los deudos y amigos del exuniversitario partieron, junto con la carroza que llevaba los restos de Olivier, al cementerio Francisco Bolognesi de Cayma, donde el muchacho fue sepultado.
URGE LOGÍSTICA
De otro lado, el jefe de la Región Policial Sur, Manuel Guillén, consideró necesario revisar el plan de seguridad del peregrinaje al santuario de Chapi.
“Creo que se tiene que señalizar el camino que recorren los peregrinos y dotar a la Policía de una mayor logística para efectuar rescates con más prontitud”, sostuvo.
SABÍA QUE
- El cuerpo de Olivier fue ubicado por el guía de montaña Eloy Cacya –el mismo que encontró a Ciro Castillo– el pasado viernes, a las 3 y 30 de la tarde, en una agreste quebrada entre Moquegua y Arequipa.
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