23.NOV Sábado, 2024
Lima
Última actualización 08:39 pm
Clasificados

'La Encrucijada de Julio Ramón': Esta es la obra teatral que narra las disyuntivas del escritor

El autor de Los gallinazos sin plumas se cuestiona en sus sueños si continuar su carrera de derecho o dedicar su vida a su gran pasión: la literatura.

'La Encrucijada de Julio Ramón': Esta es la obra teatral que narra las disyuntivas del escritor. (USI)
'La Encrucijada de Julio Ramón': Esta es la obra teatral que narra las disyuntivas del escritor. (USI)
Carlos Viguria

Carlos Viguria

@cviguria

En algún punto de la vida nos enfrentamos a cruciales momentos en los cuales debemos tomar una decisión con importantes consecuencias en nuestro futuro. En esta encrucijada debemos optar por un camino y para ello nos enfrentaremos a nuestros propios miedos e inseguridades. Y si lo recorremos, tendremos como sola y única guía la esperanza de que obtendremos satisfacción y gloria.

En algún punto de su vida, el gran escritor peruano Julio Ramón Ribeyro se encontró en una disyuntiva similar. Él, cuando era joven, mucho antes de Los gallinazos sin plumas, Solo para fumadores y Una aventura nocturna, se encontró ante una encrucijada para decidir si continuar por el camino del estudio del derecho o desarrollar su pasión por la literatura.

Pero ¿cómo puede alguien decidir entre un camino o el otro? ¿Qué nos asegura que tomamos la decisión correcta? ¿Y qué si fallamos? Estos planteamientos son representados en La encrucijada de Julio Ramón, una obra teatral dirigida por Andrea Sarango y escrita por Alonso La Hoz. La historia se basa en los textos del narrador peruano La tentación del fracaso y La encrucijada.

TODOS SOMOS RIBEYRO
La Hoz señala que La encrucijada fue esencial para la adaptación, pues esta indaga en la psicología de Ribeyro. “Él habla desde lo más miserable de su ser: tiene 22 años, aún estudia derecho y como muchos de nosotros no estaba seguro de dedicarse al arte o no”, dice.

El escritor es interpretado por el Loko Pérez, quien comenta que se identificó con las “grandes preguntas que se plantean en la obra: elegir entre lo cómodo e insatisfactorio o lo inseguro pero que viene conectado con lo que realmente quieres”. El Loko cree que en algún punto de la vida, nos encontramos ante esta bifurcación. Pero a veces, en más de una ocasión.

Actúa también Maricarmen Gutiérrez y manifiesta que se identifica con Ribeyro pues, como él, dejó el derecho porque fue más fuerte su pasión por la actuación. “Cuando leo su texto, entiendo lo tedioso que es hacer algo que no te gusta. Mientras tanto, tienes el mundo de la literatura, donde no hay leyes, donde el artista crea sin restricción”, expresa.

Como Ribeyro, en algún momento hemos tomado un camino y esta obra bien podría representarnos a todos nosotros. Considere este desvío, quizás pueda ayudarlo en su recorrido.

TENGA EN CUENTA

  • La encrucijada de Julio Ramón se presenta en el Microteatro (Jr. Batallón 271, Barranco),

  • Va los martes y jueves desde las 8:30 p.m. y los sábados a partir de las 8 p.m. Entrada general S/16. Estudiantes S/13.

¿Por qué escribo?

Escrito por Julio Ramón Ribeyro

– Para deshacerme de ciertas obsesiones y de sentimientos opresivos.

– Para tratar de dar forma y comprender mejor ideas e intuiciones que me pasan por la cabeza.

– Para contar algo que merece ser contado.

– Para crear, sin otro recurso que las palabras, algo que sea bello y duradero.

– Por una necesidad humana de ser reconocido, apreciado, admirado y – tal vez— amado.

– Porque me divierte.

– Porque es lo único que sé hacer más o menos bien.

– Porque me libera de un cierto sentimiento de culpa inexplicable.

– Porque me he acostumbrado a hacerlo y porque es para mí, más que una rutina, un vicio.

– Para que mi experiencia de la vida, así sea pequeña, no sea perdida.

– Porque el hecho de estar solo frente a mi máquina de escribir y al papel en blanco, me da la ilusión de ser absolutamente libre y poderoso.

– Para continuar de existir después de muerto, ya sea sobre la forma de un libro, como de una voz que alguien se dé el trabajo de escuchar.

– En cada lector futuro, el escritor renace.


Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.