FIL 2015: Guy Delisle y Diego Bianchi presentan su nuevo material

EL HUMOR EN LOS TIEMPOS DE CRISIS
Guy Delisle ha pasado mucho tiempo en países que desde este lado del mundo podríamos considerar remotos: China, Corea del Norte, y en estos días presenta su libro Crónicas de Jerusalén, ciudad en la que no solo tuvo que estar un año para trabajar en sus bocetos, sino que, y lo principal, logró desarrollar un punto de vista que le permita contar historias a través de sus ilustraciones de forma vivencial, desde sus ojos y con humor.

¿Y qué es lo que ve Delisle en sus viajes? Comportamientos, actitudes y conflictos. Como menciona en su libro, las restricciones a la libertad de desplazamiento o enfrentamientos religiosos son parte del panorama que él intenta exponer con su pluma y sus diálogos, no cambiando el enfoque, sino aplicando el sentido del humor sin perder veracidad ni seriedad.

MIRADA DE TURISTA
Él es un turista, uno que trae una mirada del extranjero y aplica el humor no como burla, sino como una forma de hacer sentir mejor a los habitantes de ese lugar. Ver y leer a Delisle es como leer revistas en la tempestad y es un efecto que no está dirigido en su totalidad al que está fuera de la zona, sino también al mismo lugareño. “Creo que son muchos países los que necesitan el humor, un poco para superar sus problemas. Podríamos hablar de Sudáfrica, me gustaría contar la historia pasada y la presente de ese país. Ellos no me necesitan para hacer esto, pero sí creo que, en todos los países, con un poco de humor, las cosas pueden ir mucho mejor”, nos dice Delisle.

Desde su hotel en Lima, el canadiense se turna de mano para escribir las dedicatorias al momento de firmar sus libros. Tiene una tendinitis en el brazo derecho y debe tener cuidado; no es zurdo, pero se ha entrenado para dibujar con las dos manos. Para Guy, hacer más llevaderos los problemas es cosa de todos los días.

POR EL IMAGINARIO INFANTIL LITERARIO
Argentina tiene un Pequeño Editor y un gran ilustrador. La Feria del Libro de Lima recibe esta semana a Diego Bianchi, o ‘Bianki’, quien acaba de publicar Abecedario y Rompecabezas, dos libros ilustrados para niños de 3 a 100 años. Él, como dibujante y cofundador del sello Pequeño Editor, está estrechamente vinculado al imaginario infantil, que también admite adultos. Esa es su huella.

Bianchi y su equipo están convencidos de que ese enfoque va a hilvanar la relación que hay entre niños y padres o la familia en general. “Una vez regalé a un sobrino un libro. Él cumplía 9 años y el texto que le regalé decía de 6 a 8 años. Me lo tiró por la cabeza. Me dijo: ‘Tío, yo cumplo 9’. Esa editorial cercenó la posibilidad de que otros niños puedan leer ese libro”, nos dice ‘Bianki’.

Lo común, lo diferente
Otro aspecto (clave) que destaca en el trabajo del ilustrador argentino es remarcar que lo único en común que tenemos es la diferencia. ‘Bianki’ apunta que, al aceptar la diferencia, primero estamos admitiendo que nosotros podemos ser diferentes, no solo los que tenemos por delante de nosotros, y es una manera, a través de la historia del libro, de poner en primer plano y proceso de discusión un tema que todos estamos queriendo obviar, y es que, en la calle, vivimos una situación que está vinculada con la no tolerancia y la discriminación.

“Yo no sé si el libro resuelva este problema, pero pone en la literatura infantil y juvenil un tema que a veces no se está abordando desde ese lenguaje. Lo interesante es que genere un proceso de discusión en la familia, en la librería y en la escuela, a partir del juego”, añade.

Sea diferente: juegue, imagine, atrévase y más palabras importantes. Y vaya a la feria.

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