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José Carlos Yrigoyen: Confesiones en la paz, fragmentos de la guerra [Opinión]

“Hoy me toca comentar dos libros de poesía que se resisten a ingresar a mis estantes sin que antes les dedique unas líneas”.

Hoy me toca comentar dos libros de poesía que se resisten a ingresar a mis estantes sin que antes les dedique unas líneas.

Del mal amor (apuntes de la era de la violencia) es la más reciente entrega de José Cabrera Alva (Lima, 1971), quien ha publicado anteriormente El libro de los lugares vacíos (1999), Canciones antiguas (2004) y Ombligo de ángel (2007). Estas colecciones tienen como principal afinidad el objetivo de construir una poética reflexiva y contemplativa influenciada por el haiku, los madrigales y las lecturas del Tao, pero en general los resultados son ejercicios de estilo, pulcros y bien hechos, cuya mayor virtud es ser reflejo de una fórmula bien aprendida. Al final de cada lectura, uno reclama a gritos un poco de audacia, algo no acordado de antemano, un gesto de rebeldía donde hallar un matiz distintivo, personal.

Cabrera Alva se tomó diez años para reformular su poética y sus asuntos de interés. Debo decir que la paciencia y el trabajo no han sido en vano, pues Del mal amor es un poemario no solo más avezado que los anteriores, sino que sus composiciones son más interesantes y logradas. En base a poemas, diálogos, escenas y apuntes construye una trama de personajes que desde el exilio, la convalecencia o la muerte ofrecen testimonio de sus padecimientos y esperanzas rotas durante el conflicto armado interno de los ochenta. No deja de ser llamativa la alternancia entre versos plenos de lirismo, textos en prosa y extractos casi documentales, dispuestos en la página de tal forma que se refuerza el dinamismo y la condición de collage del conjunto: pieza a pieza van forjándose unos destinos individuales que se enfrentan inevitablemente con un devenir histórico atroz que de distintas formas los lacera y los devora. Un libro que evidencia progresos y alivia ciertas deudas del pasado, pero que no destaca especialmente.

Me enteré de la existencia de William Siguas (Cañete, 1990) en el 2013, cuando publicó en Lima El hombre triangular sobre una pieza de barro, poemario de atractivo título pero cuyas capacidades discursivas e imaginativas se hallaban todavía en proceso de maduración. Tres años más tarde nos llega Como errante que no quiere nada.

Amparado en la sombra de Antonio Cisneros –incluso un epígrafe le pertenece y es nombrado en uno de los poemas– Siguas trajina temas caros al autor de Como higuera en un campo de golf: la memoria de nuestros antepasados, el tono confesional, la cotidianidad, la soledad y el amor repasados en clave irónica, e incluso cierta orientación cristiana no exenta de objeciones y dudas. El problema de Como errante es que Siguas falla casi siempre en lo que Cisneros acertaba: 1) la precisión verbal con la que describía la realidad, los acontecimientos históricos y sus revelaciones espirituales; 2) el humor socarrón que suprimía la sensiblería y el dramatismo fácil de un solo tajo.

Siguas carece todavía de esa precisión y buena parte de sus poemas naufragan por falta de rigor y de dirección, por lo que se estancan demasiado rápidamente en vacilaciones y retoricismos. En cuanto a la ironía, esta es inofensiva, amable, sin mayor agudeza (“Las cosas que me decías las tengo en un diario / y –cuando puedo– se las repito a la vecina / para ver si funcionan con ella”).

Pero cuando uno cree que todo está perdido, aparecen algunos poemas despojados, sentidos y desnudos de artificios como Álbum o Arte de amar, en los que encontramos a un autor mucho más seguro en su registro, acertado en la reflexión y que recrea escenas familiares y biográficas con estimable fuerza expresiva y personalidad. Entre la maleza y la hojarasca aparece un camino. Ahora hay que transitarlo.

José Cabrera Alva

  • Del mal amor (apuntes de la época de la violencia) Pájaro de fuego, 2016.
  • 40 pp.
  • Relación con el autor: conocidos
  • Puntuación: 3/5

William Siguas

  • Como errante que no quiere nada Paracaídas, 2016.
  • 71 pp.
  • Relación con el autor: ninguna
  • Puntuación: 2/5

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