Mijail Palacios Yábar
@mijailpy
Sobre el papel, Carlos Germán Belli (Lima, 1927) lleva 58 años dedicados a la poesía, contabilizados desde la aparición de su primer libro Poemas. Pero sus primeros versos nacieron de los enamoramientos platónicos de adolescencia, de los afectos especiales. Sin mayores pretensiones que el amor y la palabra.
Y ayer, luego de más de 30 publicaciones y medio siglo cultivando el buen decir, el Ministerio de Cultura y Petroperú le entregaron el Premio Nacional de Cultura en el Gran Teatro Nacional.
“No he hecho ningún balance ni de mis carencias ni de mis logros”, nos dice el escritor, probablemente el poeta peruano más longevo, después de Leoncio Bueno.
LO QUE IMPORTA
En Canción del perito en nada (1990), en un tramo del poema, Belli escribe: “…cuando cada cual llega temeroso a orillas del Leteo ineludible, un bledo importa ser letrado o no…”. Y en la entrevista que le hicimos remata: “En el momento de la partida, lo que importa es haber sido un honesto ser humano”.
Entonces, le preguntamos para qué sirve la poesía. Nos responde que para descubrir el alma humana, el reino interior. “Esto no se produce tanto a través de otros géneros literarios que no sean la poesía”, subraya.
El Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa escribió que la obra de Belli “es difícil, melodramática, de un narcisismo negro, impregnada de extraño humor, cáustica y cultísima… Nadie ha sabido encarnar con más estrafalaria originalidad que Carlos Germán Belli el destino del poeta”.
EL DOLOR DEL POETA
A sus 89 años, la única preocupación del autor de En alabanza del bolo alimenticio (1979) es que la escritura lo ha abandonado. Pero no solo le afecta el paso del tiempo, también el capricho del destino, que le arrebató a su “discapacitado” hermano Alfonso y a su “adorada” hija Mariella, fallecida en un accidente. Precisamente, el amor familiar es otro de los temas de su poesía.
“El amor familiar es el punto inicial. Olvidarse de la presencia de la familia es un error”, nos dice.
Le preguntamos qué le diría a su hermano si pudiera. “Que volvería a cuidarlo…”, responde. ¿Y a su hija? “A mi hija adorada…”, alcanza a decir antes de su hondo silencio y mientras se le quiebra la voz. “Ha sido un dolor inmenso, irreparable…”, concluye. El poeta no solo ha escrito cientos de páginas con original y monumental talento, sino con profundo sentimiento.
TENGA EN CUENTA
- Carlos Germán Belli ha recibido el Premio Nacional de Poesía (1962), el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2006), el Premio Casa de las Américas de Poesía José Lezama Lima (2009) y la distinción Casa de la Literatura Peruana (2011).
- “No estoy de acuerdo con el Nobel a Bob Dylan. Como dijo Vargas Llosa, el próximo será un futbolista. La letra de una canción es un camino mínimo”, comentó.
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