El exarquero de la selección colombiana de fútbol, Miguel Calero, falleció esta tarde tras sufrir dos episodios de trombosis y doce horas después de haber sido declarada su muerte cerebral.
El club Pachuca de México, en el que trabajaba entrenando a los guardametas, anunció en su página web sobre el deceso del exfutbolista 41 años. El funeral se realizará esta tarde en un auditorio de la capital del estado de Hidalgo.
El grupo lo calificó como el “máximo símbolo de los Tuzos”, como se conoce al club, con el que Calero conquistó cuatro títulos de liga y una Copa Sudamericana, la única que han obtenido los equipos mexicanos, que disputaban ese certamen en calidad de invitados.
Calero jugó para los clubes colombianos Deportivo Calí y Atlético Nacional, ganó con los “Tuzos” de Pachuca los torneos locales Invierno 2001, Apertura 2003, Clausura 2006 y 2007, además de la Copa Sudamericana del 2006 y la Liga de Campeones de la Concacaf en 2007, 2008 y 2010.
Calero había sufrido en 2007 una trombosis venosa en el brazo izquierdo, de la que fue operado en Estados Unidos. El 29 de septiembre del 2011 abandonó las canchas y el pasado el 25 de noviembre sufrió una embolia en el hemisferio derecho del cerebro.
Horas antes del anuncio sobre su muerte, los familiares del exarquero mantenían la esperanza de un milagro e incluso algunos no pensaban desconectarlo del respirador artificial.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, hizo eco de la consternación de muchos de sus compatriotas ante el anuncio de la muerte cerebral del exportero de la selección.
“Nos duele mucho a todos los colombianos lo sucedido con Miguel Calero”, escribió Santos en su cuenta en Twitter. “Acompañamos de corazón a su familia. El fútbol está de luto”, agregó.
Calero vivía en Pachuca desde 2001 con su esposa Sandra y los hijos Miguel Angel de 20 años y Juan José de 14.
Si te interesó lo que acabas de leer, recuerda que puedes seguir nuestras últimas publicaciones por Facebook, Twitter y puedes suscribirte aquí a nuestro newsletter.