15.MAY Miércoles, 2024
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Opinión

Dejar que las cosas marchen solas, inercialmente, sería renunciar al derecho de impulsar más en favor del pueblo.

Alan García Pérez, Líder del Apra
Expresidente del Perú

Hemos presentado una propuesta porque este es un momento decisivo y una gran oportunidad que no debe perderse. Disminuir la pobreza y afirmar la justicia dependen de impulsar el empleo, el ingreso de los hogares y la obra de infraestructura en agua, luz, carreteras y educación. Y para ello, aprovechar la abundancia de tecnología, capital y consumidores que están más cerca del Perú gracias al mercado global y a la crisis de otros países. Dejar que las cosas marchen solas, inercialmente, sería renunciar al derecho de avanzar más en favor del pueblo.

Nuestra propuesta tiene tres temas iniciales: la economía, la educación y la seguridad. Creemos que es posible superar el 8% de crecimiento económico anual atrayendo los capitales que huyen de Europa en crisis y no van a otros países de Latinoamérica a los que, erróneamente, se sigue tomando como ejemplo mientras sus ciudadanos protestan en las calles. Creemos que se puede crear dos millones de empleos y reducir la pobreza al 15% para el 2016. Ya se hizo y debe hacerse mejor.

Pero se requiere generar confianza en los pequeños y grandes emprendedores, sin atemorizarlos con medidas contradictorias; acelerar los trámites, reducir los plazos, facilitar las exportaciones, disminuir los impuestos para que los minerales se procesen dentro del país y para que se exporten los servicios. Haya de la Torre propuso: “Crear riqueza para el que no la tiene” llamando a los que saben hacerlo, y Belaunde exhortó a “Trabajar y dejar trabajar”.

Hay mucho capital dentro y fuera del Perú para hacer obra en transporte, agricultura, saneamiento y energía. Creer que todo eso solo debe hacerlo el Estado con sus burócratas es una receta fracasada. Creer que la pobreza disminuye repartiendo algunos billetes condujo a países vecinos a la parálisis y al desorden social. Pero aquí sí podemos traer inversión para el Tren Eléctrico, la longitudinal de la sierra, el túnel de Ticlio, los muelles del Callao y el aeropuerto internacional. En energía, es urgente la ampliación del ducto que trae gas al centro de la costa y comenzar el que lo llevará de Ayacucho a Trujillo; convocar capital para diez nuevas hidroeléctricas que nos aseguren 5,000 MW más para dentro de diez años, etc. Además, invertir en infraestructura de agua y saneamiento, porque hay 2,300 proyectos ya listos, y en plantas de tratamiento que mejoren el medio ambiente y permitan la reutilización del agua. En agricultura: Majes-Siguas, Chavimóchic III, Puyango Tumbes, Alto Piura I y otras para incorporar más de 200,000 nuevas hectáreas que darán trabajo agroindustrial a cientos de miles de peruanos, etc.

Todo esto es posible. Nunca ha habido tanto capital dentro y fuera esperando menos conflictos e indecisiones, más avances en la competitividad o esperando que se recorten los plazos y se supere el complejo según el cual todo lo privado es negativo o sospechoso.

La Educación es el segundo gran tema. Y proponemos cumplir metas más ambiciosas: lectura y matemáticas; retomar la capacitación, detenida de 35,000 profesores por año y evaluaciones rigurosas para su promoción. Pero, además, relanzar el mantenimiento de locales por 400 millones anuales, crear nuevos Colegios Mayores de excelencia y mérito en las regiones y avanzar con los colegios emblemáticos, de los que solo se han concluido los iniciados en el gobierno anterior.

El tercer punto de la propuesta es la Seguridad Pública. Para ello, coordinar con la Policía la acción de las empresas privadas de seguridad que tienen 80,000 personas con vehículos, videos y armas; usar en la seguridad los 500 millones de dólares de bienes retenidos al narcotráfico que se están deteriorando. Además, impulsar la videovigilancia en todos los distritos, aplicar los grilletes electrónicos para destugurizar los penales, mejorar 500 comisarías con el procedimiento de “Obras por impuestos”. Adicionalmente, proceder a la municipalización del tránsito que liberaría, solo en la ciudad de Lima, 7,000 policías para la Seguridad Ciudadana, etc., etc.

Todo esto es posible en crecimiento, empleo, educación y seguridad. Creemos que, con voluntad democrática, sí se puede hacer más y mejor por el Perú, y que es deber de los partidos políticos formular propuestas sin limitarse a criticar o destruir.


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