19.MAY Domingo, 2024
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“Humala ha perdido sintonía con el país”

“El que Humala haya dicho sobre Cornejo y Helios que es un ‘tema que preocupa’, podría ser el anuncio de que se viene un recambio el 28 de julio. Yo creo que está dejando la ventana abierta a esto”, dice Víctor Andrés Ponce.

Foto: César Fajardo
Foto: César Fajardo

Víctor Andrés Ponce,Analista
Autor: Gonzalo Pajares
gpajares@peru21.com

A raíz de la entrevista televisiva que Ollanta Humala dio el domingo, muchos han señalado que allí demostró su falta de liderazgo y sus pocas luces como estadista. Por ello, convocamos al analista Víctor Andrés Ponce para analizar lo dicho por el presidente.

¿Cree que Ollanta Humala trasmite liderazgo?
No. Cuando se le preguntó sobre la seguridad se enredó, dudó y mostró todas las dudas que sus ministros del Interior han mostrado. Por ejemplo, dijo que era un tema de percepción. Error. Lo que un líder habría hecho es poner las cosas en su sitio y decir que la seguridad ciudadana tiene que ver con la crisis institucional, que no es exclusiva de este Gobierno. Pero, luego, habría señalado las decisiones políticas específicas para solucionar la crisis, poniéndose él a la cabeza como máxima autoridad elegida.

Se le ha criticado mucho por decir que es un tema de ‘percepción’. ¿Es así?
Este Gobierno tiene una gran responsabilidad en ello. Si recuerda, Humala fue elegido porque representaba una figura con autoridad –es un militar– y la gente pensó que iba a poner orden. Bueno, Humala entró al Gobierno, se encontró con el problema, hizo dos o tres gestos y la cosa quedó allí. Y su responsabilidad es doble porque tanto los ministerios de Defensa e Interior se han manejado desde Palacio, pues ninguno de los ministros ha tenido una autoridad real, han sido caretas: allí manda Palacio.

A Jiménez decir que los problemas en seguridad ciudadana era un tema de ‘percepción’ le costó el premierato.
Le costó el cargo por la ira ciudadana que originó su declaración. El presidente ha perdido sintonía con el país, está desconcertado. Esto afecta su popularidad, pero también es malo para el curso económico del país y, sobre todo, para la democracia, para llegar, en 2016, al ansiado cuarto proceso electoral sin interrupciones golpistas. Este es un gobierno sui generis. Detrás de Humala no hay un partido. Si se habla del nacionalismo es porque hay una bancada con ese nombre en el Congreso, pero como partido no existe; por eso, el presidente y su esposa lo manejan y realizan un gobierno familiar. En este contexto, vemos a un régimen que decidió respetar la institucionalidad y el libre mercado no por convicción sino porque el país le impidió tomar otro rumbo.

René Cornejo, al asumir el cargo, prometió que Nadine Heredia no iba a participar en las decisiones de Gobierno, pero Humala ha vuelto a resaltar su figura y sus tareas de “coordinación”…
Repito, la pareja presidencial no ha leído el mensaje de la mayoría del país: no a su intromisión.

Humala declaró: “La posición de la bancada (nacionalista) depende de la presidenta del partido”. ¿Los congresistas nacionalistas están subordinados a Nadine?
Quizás esto sí sea legítimo, pero en el sentido siguiente: Los partidos con representación parlamentaria deciden en su seno la conducta de sus congresistas pero, ojo, estos no tienen mandato imperativo, y pueden o no acatar la decisión del partido. Ahora, el país ya le dijo a la primera dama que respete la Constitución, que su tarea no es la de gobernar, pero no debemos insistir en el tema porque podemos hacerla quedar como una víctima y, así, legitimar su accionar.

Humala insiste en atribuirle a factores externos el freno económico del país…
Hoy Europa y EE.UU. crecen, entonces, eso de los factores externos no son argumentos para justificar la desaceleración. Además, si hubieran salido Conga y Tía María el impacto sería menor, quizás hubiéramos crecido un punto o un punto y medio más. En el Perú se ha detenido el flujo de la inversión privada, y hay que recordar que ella es el principal motor del crecimiento: el 80% de la inversión del país es privada. El Gobierno se ha puesto las pilas muy tarde, y no ha sabido generar confianza en los agentes económicos y en la ciudadanía. Si a esto le sumamos la burocracia, el panorama se pone gris. Acá, si eres autoridad y quieres evitar una responsabilidad, creas una nueva regulación y listo, nunca más tomas decisiones.

El pronunciamiento de Humala sobre César Álvarez resultó tibio…
No creo que esté vinculado con la corrupción regional. No olvidemos que es Christian Salas, el procurador del Estado, quien le puso el acelerador a estas investigaciones y movilizó a policías, fiscales y jueces, y por ese trabajo hoy se investigan a más de 50 personas, pero, precisamente por esto, Humala debió ser más firme, más enfático en la crítica: Áncash puede ser el punto de inflexión en la lucha de la sociedad peruana contra la delincuencia y la corrupción, problemas que influyen en la desaceleración económica que vivimos.

¿Cómo interpreta la salida de Carmen Masías de Devida?
Como un reacomodo político en función de las elecciones de octubre. La base social y política del nacionalismo tuvo en los cocaleros un baluarte. Por eso, Humala quiere cambiar la política antidrogas. Esto es peligroso, pues muchos cocaleros, por exigencia de los narcos, elaboran pasta, y ‘negociar’ con ellos puede ser caminar al borde del abismo.

AUTOFICHA

- Soy investigador del Instituto Libertad y Democracia (ILD). Me dedico al periodismo independiente, al análisis político, pero mi pasión es la literatura.

- Tengo ya tres novelas publicadas – Las muertes de Emilio, De amor y de guerra, La última cacería– y acabo de terminar La ciudad de las lluvias.

- La ciudad de las lluvias es una historia sobre la decrepitud. En ella, un anciano contempla la muerte de su esposa y todas las encrucijadas que plantea un tema así.


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