Irlanda: Monjas abusaron sexualmente de niñas en orfanato de Dublín

“Nos desnudaron para revisarnos. Ahí estaba esa monja con una gran olla que contenía una cosa blanca y una brocha. Nos pintó de pies a cabeza con una suerte de loción, en caso que tuviésemos piojos o algo así.”

A pesar de que este pequeño fragmento de un testimonio sobre la vida de una niña en un orfanato en Irlanda es de por si una narración desgarradora, tan solo resulta el inicio de una historia llena de dolor

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‘Irene Kelly’ es el seudónimo de una de las niñas que vivió todo un martirio dentro de un orfanato dirigido por la Iglesia Católica en Dublín (Irlanda) en la década de 1960. Ella, ahora madre de una hija, ha logrado parcialmente superar los traumas que vivió en dicho recinto y contó parte de su lamentable experiencia a la BBC.

El fragmento antes mencionado narra la primera actividad a la que sometieron a Kelly al llegar al orfanato, según ella misma cuenta. Por entonces tenía tan solo seis años y llegó ahí tras deambular de orfanato en orfanato.

“Luego nos llevaron a desayunar, y nos dieron avena. Pero era una avena con grandes grumos. Me dieron náuseas y vomité. Me sentí físicamente enferma. Y de repente me dieron un manotazo en la cabeza y escuché un grito que me dijo: ¡Cómetela toda!”, continúa.

Pero eso solo sería el primer día. Lo que sigue es aterrador:

“Eventualmente me llevaron a la guardería. Pero ahí fue donde comenzaron a abusar sexualmente de mí. Llegó un punto donde ya no podía aguantar más esa situación. Así que un día decidí meter mis dedos dentro de un enchufe de corriente.

Lo único que recuerdo es que desperté y estaba un doctor al lado de mi cama. El doctor me preguntó por qué lo había hecho.

Yo le dije que por toda la crueldad y el dolor. Y una monja me interrumpió y le dijo al médico: “se lo dije, esa niña es un demonio. El diablo está dentro de ella”, cuenta Irene.

REPARACIONES ECONÓMICAS
Según relata la BBC en 1999 se inició una serie de denuncias sobre abusos en escuelas, orfanatos y otras instituciones dirigidas por la Iglesia Católica en Irlanda, principalmente por monjas y curas.

En 2002 el gobierno de dicho país estableció un comité para ofrecer compensaciones a las miles de víctimas de abuso. ¿La condición? Que no hablen públicamente sobre el tema. Así se inició la recepción de expedientes, que duró hasta 2011.

“Sin embargo, para diciembre de 2014 se habían recibido 16,626 denuncias, de las cuales 15,527 obtuvieron compensación financiera”, explica la BBC, añandiendo que todo el proceso tuvo un costo de US$215 millones para el país.

Pero en todo caso, solo se trató de una reparación económica. Nada de ofrecer disculpas simbólicas a los miles de afectados.

Irene es autora de un libro titulado Pecados de una Madre, donde cuenta toda su experiencia en el orfanato de Irlanda. Ella, aún continúa recibiendo consejería y cuenta que ya ha logrado superar varios traumas concebidos en ese lugar del horror.