Estado Islámico: ¿Cómo hizo ISIS para obtener armas AK-47 en París?

El reciente atentado terrorista en París, Francia, a manos del Estado Islámico ha dejado un saldo de al menos 127 muertos, según cifras oficiales. El ataque fue coordinado, ejecutado al mismo tiempo en distintas partes de la ciudad. Personas armadas abrieron fuego contra quienes se cruzaban por su camino.

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Pero, ¿de dónde salieron los rifles AK-47 descritos por los sobrevivientes al ataque? De acuerdo con la web Gun Policy, una base de datos internacional sobre las políticos de uso de armas de fuego, Francia es un país muy restrictivo respecto a su regulación, es casi imposible adquirir un rifle de alto poder como ese.

Para conseguir un arma, se necesita una licencia. Pero no solo eso, también limita la cantidad de cartuchos que una persona puede adquirir, dependiendo del propósito con el cual adquirió el arma, y también limita la cantidad de pistolas o rifles en posesión de una persona.

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En Francia, portar un arma no es un derecho. ¿Cómo es entonces que el Estado Islámico pudo armarse para llevar a cabo este terrible atentado?

EL RECICLAJE DE EUROPA DEL ESTE
Según el medio The Daily Beast, la respuesta más probable a este interrogante está en Europa del Este, donde el tráfico de armas es un gran negocio y las autoridades casi no pueden intervenir.

Esto es lo que menciona el periodista David Axe sobre los fallidos esfuerzos del gobierno de Francia y la Unión Europea para detener este problema del flujo externo de armas:

“Se ha reportado que la Policía en Francia ha confiscado más de 1,500 armas ilegales en el 2009 y no menos de 2,700 en 2010. El número de armas ilegales en Francia se ha duplicado a porcentajes de dos dígitos anualmente desde hace varios años, según Al Jazeera (…). Estas confiscaciones solo han hecho un pequeño daño a la gran cantidad de armas disponibles (…)”.

En enero de este año, tras el terrible atentado contra el semanario Charlie Hebdo (también en París y también a manos del Estado Islámico), la experta en tráfico de armas, Kathia Lynn Austin comentaba que el mercado negro se alimentaba de lo que sobraba de las guerras.

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“La razón por la que vemos tantas Kalashnikovs y AK-47 es porque Rusia ha mejorado sus armas, lo que ha creado reservas inmensas de los modelos anteriores”, dijo. Y el problema no es solo el país soviético, sino otros estados balcánicos donde revoluciones militares fomentan la acumulación de armas.

Como revela el documento suizo Small Arms Survey, si bien los conflictos en Bosnia, Serbia, Kosovo y otros países de la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, terminaron en la década de los noventas, todas las armas usadas ahí no desaparecieron, sino que empezaron a circular en mercados negros, convirtiéndose en material de exportación en Europa del Este.

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Es este tráfico el que permite que grupos terroristas como el Estado Islámico puedan armarse, un problema que Francia no está pudiendo frenar pese a las constantes redadas y limitaciones formales establecidas.