Israel inició esta madrugada una operación militar de gran escala contra la Franja de Gaza, a menos de dos años después del alto al fuego tras los bombardeos que causaron cientos de muertes en 2012. Los ataques golpearon al menos 30 objetivos, entre lanzaderas de cohetes, edificios y viviendas de supuestos militantes de Hamás en el sur de Gaza.
El Ejército israelí, que ha bautizado al ataque Operación Margen Protector, entra así en una nueva fase de las recientes hostilidades con la organización islamista Hamás. Se han registrado al menos 14 heridos. Según fuentes palestinas, Israel lanzó 60 ataques desde el aire en las primeras horas del martes.
Israel asegura que se trata de una operación contra Hamás destinada a detener el fuego de cohetes. Solo el lunes salieron de Gaza 85 proyectiles de diferentes calibre y alcance. Los islamistas, por su parte, amenazaron esta noche con bombardear Tel Aviv y sus inmediaciones con proyectiles más sofisticados de los que han usado hasta ahora.
El lunes, Israel movilizó a 1,500 nuevos soldados en la frontera con Gaza y endureció el tono de su discurso ante los ataques con cohetes y morteros lanzados desde la franja palestina, que Hamás se atribuyó. Los islamistas dijeron que atacaban en respuesta a la muerte de seis de sus militantes en el derrumbamiento de un túnel, la noche anterior. Fue una de las más sangrientas de los últimos años, con nueve palestinos muertos en total.
Según el ejército, más de 40 cohetes fueron lanzados desde Gaza en solo una hora, incluyendo 12 destruidos en vuelo por el sistema de defensa antimisiles Iron Dome encima de las ciudades de Ashdod y Netivot, en el sur del país.
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