En el 2010, una llamada llegó a la central de emergencia de Estados Unidos (911): James Alex Fields Jr., de 13 años, le había golpeado en la cabeza y le había tapado la boca cuando ella le dijo que deje los videojuegos. Samantha Bloom, su madre, era la autora de la llamada.
En otra ocasión (se escucha en las grabaciones del 911) amenazó a Bloom con un cuchillo y le escupió en la cara.
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“Como madre, me encuentro muy asustada de que se vuelva un ser violento si se queda aquí”, se lee en un registro de noviembre del 2011 en el que la madre de James pide a la policía que la ayude a trasladar a su hijo a un hospital para que reciba asistencia.
El historial de violencia de Fields ha sido de conocimiento público este lunes, después de su primera audiencia por el ataque que perpetró en Virginia que dejó como saldo a una persona muerta y 19 heridos.
El atacante, de 20 años, respondió: “No, señoría”, cuando durante la audiencia se le preguntó si tenía algo que decirle a la comunidad de Charlottesville.
El fiscal General de Estados Unidos está trabajando en los argumentos que sustenten el cargo de terrorismo interno que pretende imputarle. No se descarta la pena de muerte.
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— Diario Perú21 (@peru21noticias) 15 de agosto de 2017
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