Al mensaje del presidente Pedro Pablo Kuczynski le faltó ser más político, debió hablar de la educación, de la huelga de los ultras en el sur, de la reforma política. Me pareció un discurso de directorio, cuando debió ser un discurso ante el país. La autocrítica que hizo fue leve, muy pasadita por agua, de tres líneas y usando el adverbio “quizás”. Me parece que no fue una autocrítica convencida. Además, no todo ha sido por el fenómeno de El Niño costero y Lava Jato. Para mí, la gestión de Alfredo Thorne al frente del MEF fue deficitaria. La situación económica pudo haber estado mejor y PPK no estaba aprendiendo. También extrañé reformas importantes, de gran calado. Salvo el anunciado proyecto de ley sobre el CNM (Consejo Nacional de la Magistratura), los otros cuatro proyectos son de procedimientos administrativos. El referido a Sunafil es un poco coyuntural debido el incendio en Las Malvinas y la propuesta sobre la autoridad única del transporte se caída de madura. Se agradece que haya sido corto, pero esperaba más entusiasmo. Tampoco quería los goles de media cancha de Velasco. En general, no estuvo mal escrito, ni fue un mal discurso. Tuvo un gesto bonito al reconocer a los que participaron en la emergencia. Yo le pondría un 13, 14 de nota.
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