Carmen Masías Claux: "No se ve qué hizo el gobierno anterior" [Entrevista]

El 24 de mayo, Devida, junto a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), presentó la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2017–2021. Carmen Masías dice que es fundamental trazar la nueva ruta del Perú, pero empezando por el diagnóstico y estableciendo metas posibles de cumplir.

¿Cuál es la diferencia con el plan anterior?

—En el plan anterior nos dimos cuenta de que la meta de casos de lavado de activos por narcotráfico no se había cumplido.

¿Cuál era esa meta y cuál es la de ahora?

—La meta ahora es llegar a tener 20 sentencias por lavado de activos proveniente de tráfico ilícito de drogas en 2017, 25 en 2018, 30 en 2019, 35 en 2020 y 40 en 2021. En 2016 hubo 17 casos, pero la meta fue 46. No nos ponemos la meta tan alta porque lo importante es cumplir. Nosotros no vamos a judicializar los casos, pero sí tendremos una mesa para ver cómo ayudar. El lavado de activos viene fundamentalmente por el narcotráfico. Devida es el ente rector, pero las diferentes instituciones trabajan su parte. Por ejemplo, el Ministerio del Interior (Mininter) erradica. En la nueva estrategia la meta es erradicar 25 mil hectáreas. Es llegar a 2021 con el 50% de lo que tenemos ahora.

¿Esa es tarea exclusiva del Mininter?

—El Mininter es el rector, a través del Corah (Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivos Ilegales). Pero nosotros, en Devida, tenemos que monitorear el proceso con Naciones Unidas. La estrategia te ayuda para reorientar las cosas.

¿Qué indicadores hacen suponer a Devida que llegaremos a 2021 con 25 mil hectáreas erradicadas?

—Si tú erradicas, tienes que tener un plan de desarrollo y de interdicción en las zonas más calientes para capturar a las bandas organizadas. En ese sentido, el Mininter lo está haciendo muy bien. Ha capturado muchas más bandas organizadas de lo que se capturó en 10 años. Es lo que hicimos en el Monzón, se capturó a los cabecillas terroristas. No habríamos podido entrar ahí si ‘Artemio’ y su banda hubiesen estado. Entonces, el concepto clave es articulación de las instituciones. Lo que importa es la reducción del espacio cocalero. En mi anterior gestión en Devida, en 2013, este se redujo a 17.5%.

¿Hoy cuál es ese espacio?

—Entre 50 y 55 mil hectáreas, obviamente mucho más que el 17.5%. Es muy difícil reducir el espacio cocalero porque, después de erradicar, no puedes sustituir inmediatamente. En los dos últimos años del gobierno anterior, hubo una resiembra del 92% de hoja de coca.

¿Y eso por qué?

—Porque no hubo un plan de desarrollo después de erradicar. Y porque, además, hubo una situación muy perversa, que fue darles a los cocaleros del Vraem, donde nunca se ha erradicado, S/650 por hectárea de hoja de coca que dejasen para sembrar otra. Por supuesto que nunca lo dejaron. Al contrario, sembraban más.

¿Cuándo se debió entrar al Vraem?

—El Vraem no es uno solo, es Ayacucho, Junín, Satipo… Satipo tiene casi el 70% del territorio del Vraem y tiene su parte ilegal que depende de la coca. El Vraem tiene 69 distritos, 19 tienen coca y solo 9 dependen absolutamente de la economía de la coca. Entonces, cuando hablamos del Vraem, podemos referirnos a Pichari, Huanta o Satipo.

¿El reto es entrar efectivamente en los 9 distritos del Vraem que depende exclusivamente de hoja de coca?

—Yo creo que primero hay que entrar con inteligencia policial, y que el Estado entre a hacer lo que debe hacer: salud, educación, justicia. Yo veo a Marisol Pérez Tello haciendo todo lo que son reparaciones en Satipo. Las comunidades asháninkas sufrieron mucho con el terrorismo. Ahí se les ha dado titulación a 12 comunidades asháninkas, que son 1,000 familias. Hablamos de la defensa territorial de estos nativos que ya están sembrando cacao, café. El Vraem tiene un potencial impresionante.

¿Podría convertirse en un foco comercial?

—Así es, comercial y de turismo, porque tiene cataratas, etcétera. Y ahí te preguntas qué pasó con los S/8 mil millones que el gobierno anterior puso en el Vraem.

¿No hizo nada?

—La verdad que no se ve.

¿Este gobierno cuánto destinará al desarrollo del Vraem? ¿Hay un proyecto especial?

—Estamos en eso. Devida ha heredado del gobierno anterior la Comisión de Desarrollo (CODE) Vraem y Huallaga. Con ello, haremos un plan para el Vraem.

¿En el plan contemplarán hacer turismo en el Vraem?

—Claro.

Pero la gente se morirá de miedo de ir. Piensan que hay terroristas, narcos…

—Yo desconfío del término terrorista. Creo que los remanentes de Sendero Luminoso y el MRTA se han convertido en sicarios del narcotráfico. No creo que haya allí mucha ideología. El plan que estamos empezando va a contemplar turismo, producción de cacao… Ya en este momento hay firmas italianas, que son las mejores del mundo en chocolatería, que le están comprando el cacao al Vraem y quieren que lo fermenten mejor. Para eso están dispuestos a invertir.

Autoficha

• “Soy jefa de Devida (Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas), cargo que también ejercí de enero de 2012 a mayo de 2014. Soy psicóloga social de la UNMSM. Hice una maestría en Terapia de Familia en la USMP e hice estudios de doctorado sobre Psicología”.

• “La comisión que se formó para ver el uso de la marihuana medicinal, donde está la Asociación Psiquiátrica, la Psicoanalítica, la de Epilepsia, tiene que dar un dictamen. Todavía no hay ninguna evidencia final de que esto sea efectivo”.

• “Si tú me preguntas a mí, yo creo que la tercera fase de experimentación, porque se han hecho dos antes en Estados Unidos, puede ser en Perú, con estos niños cuyas madres exigen poder usar la marihuana para curarlos de los cientos de convulsiones que tienen al día”.