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"Habrá paz cuando se le acabe el petróleo al islam"

“Se piensa que el conflicto entre Israel y Palestina es por tierras, pero es religioso. Occidente no entiende cómo piensa un radical islámico. Este puede mentir, y lo hace porque Mahoma lo hizo. entonces, no es pecado. Es decir, no entendemos el conflicto”.

(Nancy Dueñas)
(Nancy Dueñas)

Gabriel Ben Tasgal,Periodista
Autor: GONZALO PAJARES
gpajares@peru21.com

“El 90% de los empleados de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) es de Hamas. Por eso, Israel debería demandar a la ONU por crímenes de guerra”, nos dice Gabriel Ben Tasgal, periodista argentino de origen judío, quien nos explica, desde su perspectiva, el conflicto Israel-Palestina, y que hace poco llegó al uso de las armas, lo que causó la muerte de 2,100 palestinos y 69 israelíes.

¿Por qué el pueblo judío ha tenido, a lo largo de su historia, tantos enemigos?
El odio primario hacia los judíos surge de la acusación de que los judíos matamos a Jesús. Ese odio es cristiano, y se basa en la premisa de un ‘deicidio’. Falso, fue acusado y ajusticiado por los romanos. La misma Iglesia Católica ha dicho que ese asesinato no existió, que somos hermanos. Pero, bueno, dos mil años de propaganda en nuestra contra han tenido su efecto. Los nazis creían que el judío era un virus y, como era un virus, había que eliminarlo. El antisemitismo que vemos hoy, sobre todo en países musulmanes, es nazi. Por eso, yo no intento explicar por qué se odia a los judíos: eso hay que preguntárselo al agresor.

¿Por qué le interesa el islam?
Considero que todos los conflictos en el Medio Oriente son religiosos. Para los judíos que viven en Israel, el conflicto es por tierras y, si estas se entregan, llegaría la paz. Para el islam, el conflicto es religioso: en el Medio Oriente gobierna el islam radical, no el moderado. El islam radical tiene como enemigos a los judíos y a los cristianos; no en vano acaban de amenazar de muerte al Papa. Para el islam radical todo no musulmán es un ‘dhimmi’, un ciudadano de segunda que tiene tres opciones: o se convierte al islam o lo ejecutan o paga un impuesto, el ‘jizya’. Por eso, los cristianos en Mosul o los cristianos palestinos o los cristianos en Líbano o Egipto viven perseguidos. En 1920, en Medio Oriente vivían 80 millones de cristianos; hoy, 11 millones. Esto pasa porque es muy difícil vivir en una zona dominada por radicales islámicos.

Los analistas dicen que el conflicto Israel-Palestina terminará cuando Israel entregue las tierras que ocupó en 1967…
Todo analista que dice especializarse en Medio Oriente y no considera los hechos con la lupa de la religión islámica es un charlatán. Creer que una independencia inmediata de Judea y Samaria, Cisjordania o como la quieran llamar, traería paz, es falso. Primero, ya Israel se retiró de toda la Franja de Gaza: no hay un solo civil o militar israelí desde 2005, y, sin embargo, desde allí nos han disparado 14 mil cohetes. Segundo, Israel ya se retiró del sur de Líbano, pero Hezbollah nos lanza cohetes cada tanto. ¿Qué territorios hemos ocupado en Irán para que este país nos quiera borrar del mapa? ¿Qué hemos tomado en Qatar para que financie terroristas?

Pero sí hay territorios ocupados en Cisjordania…
Allí ocurre lo siguiente: solo el 5% de los dos millones de palestinos vive en territorio dominado por Israel; el 95% restante, bajo la Autoridad Palestina. Y hay colonias judías solo en el 2% de este territorio.

¿Y no sería mejor que no las hubiera ni en ese 2%?
Ya hay un mapa que establece claramente el territorio de un Estado Palestino, algo con lo que estoy a favor. Ese mapa dice que los territorios donde están concentradas las colonias judías van a quedar en manos de Israel, que es un 6% de territorio; a cambio Israel le dará al Estado Palestino un 6% de lo que hoy es su territorio. Además, este mapa indica que la Franja de Gaza y Cisjordania estarán unidas por una carretera y Jerusalén será partida. Es decir, la solución territorial existe. Sin embargo, cuando Israel le dice a la Autoridad Palestina que lo reconozcan como Estado judío, todo se traba. ¿Sabe por qué? Porque, para el islam radical, el pueblo judío no es un pueblo, y el cristianismo y el judaísmo son religiones falsas. Para el islam radical, Israel ocupa lugares santos islámicos. Por eso digo que el conflicto de Medio Oriente es religioso.

Es decir, no tiene solución…
Sí la tiene. Es la siguiente: así como el cristianismo a lo largo de su historia ha hecho reformas, y también el judaísmo, el islam actual debe reformarse para permitir que los radicales no sean los que manden. Y esto sucederá cuando se les acabe el petróleo, porque es el petróleo lo que le permite ser dadivoso, hacer acción social y ganarse el corazón de la gente. Por eso surgen los terroristas. Sin dinero, ¿podrían hacer acción social? No.

¿Me está diciendo que, cuando el dinero se acabe, el islamismo moderado ganará espacio?
Siempre y cuando Occidente deje su ideología políticamente correcta y empiece a apoyar a los moderados en vez de acostarse todos los días con los radicales. Cuando en Lima estudiantes universitarios salen a apoyar la “causa palestina”, que no es la verdadera causa palestina, no están apoyando a la Autoridad Palestina, están apoyando a Hamas. Lo que debemos hacer es que los moderados ganen fuerza, no los radicales.

¿No en ambos se han impuesto las posiciones radicales?
Una pregunta así demuestra un relativismo moral: todas las religiones tienen radicales. El problema es que, mientras en el cristianismo hay cinco o seis frases radicales en sus textos sagrados, y en el judaísmo también, en el Corán, libro sagrado del islam, hay 114 párrafos que explican cómo matar gente. La gran mayoría del islam no es radical, pero el 95% de atentados terroristas en el mundo los perpetran los musulmanes. Dígame, ¿no hay un problema allí? Hay 1,500 millones de musulmanes en el mundo. La minoría es radical, se calcula un 20%. Es decir, hay 300 millones de islamistas radicales. Basta que un millón de estos quieran inmolarse –matando a judíos y cristianos– para crear un problema al mundo. Israel es una democracia. Ok, Netanyahu es de derecha, pero hoy es visto como un moderado…

¿Se da cuenta: el radical de ayer es el moderado de hoy?
¿Sabe lo que dicen quienes critican a Netanyahu? ¡Por qué no destruimos a Hamas de una vez! Netanyahu les ha respondido: “Para destruir una ideología no basta con eliminar líderes militares, una ideología tiene sustento popular”. Si erradicamos a Hamas, ¿quién queda? Lo ideal sería que Hamas se debilite tanto que caiga solo y quede Mahmud Abbas, líder de la Autoridad Palestina, pero este es muy débil y tiene miedo. ¿Quién entraría? ¿Acaso el ISIS, el autodenominado Estado Islámico, es decir, Al Qaeda? ¿Esto sería mejor?

Si es así, el conflicto en Medio Oriente cada vez va para peor…
La solución es militar: al terrorismo islámico no hay forma de disuadirlo. Por eso, Occidente debe ponerse como objetivo vencerlo en batalla.

¿Y qué tan complicado es vencer al islamismo radical?
Es casi imposible. Y esto porque, repito, Occidente se acuesta con los radicales. En lugar de permitir que Israel combata de forma seria a los radicales de Hamas, la prensa lo mata, lo ataca; la opinión pública lo demoniza.

¿Israel cometió excesos en sus ataques a la Franja de Gaza?
No se sabe. Si así fuere, los soldados que los cometieron serían juzgados porque somos un Estado de derecho. No pasa lo mismo al frente. Si Israel es llevado a un juicio por crímenes de guerra, ganaría; Hamas perdería. Los terroristas son a los que hay que llevar a juicio.

¿Quién ganó en el reciente conflicto entre Israel y Palestina?
Nadie.

AUTOFICHA

■ “Nací en Argentina, pero hace 25 años vivo en Israel. Soy judío. Mis abuelos nacieron en Argentina. El judío es un pueblo de 14 millones de personas que tiene una religión, una cultura, una historia y una memoria común”.

■ “Soy argentino, pero formo parte del pueblo judío. Por eso, a los 17 años regresé a mi patria histórica, que tiene 3 mil años. Estudié el islam, me especializo en terrorismo islámico”.

■ “El antisemitismo ha hecho que nos unamos más, pero somos un pueblo que se asimila adonde llega. El odio primario hacia los judíos surge de la acusación de que nosotros matamos a Jesús. Falso, fue Roma”.


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