Si el gobierno no reacciona con un agresivo programa de inversión y gasto público, estamos en serio peligro de que la economía se paralice el 2017.
Entre enero y marzo, la inversión del gobierno se ha derrumbado en 21%. La inversión de las regiones ha caído 2%. El aumento de 4% en la inversión de los gobiernos locales ha sido insuficiente para evitar el retroceso global de 7% en la inversión pública durante el primer trimestre. Peor aún, en los 8 meses de este gobierno la inversión ha caído 13%. ¿Por qué la política económica de PPK es la misma que la de Humala: reducir la inversión pública justo cuando la inversión privada se contrae?
El Niño ha sido devastador. Según Conveagro, las pérdidas en el agro y la ganadería superan los S/2,100 millones. El BCR estima que reconstruir puentes y carreteras demandará S/12,400 millones. La actividad comercial se habría reducido hasta 40% en Piura. Cientos de miles de personas han perdido sus casas, negocios y fuentes de ingresos. Las ventas en Gamarra habrían caído 70%. Las expectativas empresariales de contratación y demanda han empeorado notablemente.
Urge un cambio radical en la conducción macroeconómica para recuperar el terreno perdido y paliar el impacto de los desastres. Me permito realizar algunas sugerencias.
1. Crear, ipso facto, un programa de empleo de emergencia por 2 años que costaría S/5,000 millones. El objetivo sería dar trabajo a 200,000 personas que han perdido sus ingresos en las regiones afectadas por los desastres. Los trabajadores se dedicarían, por ejemplo, a la remoción del barro de las ciudades, la limpieza de cauces, la construcción de canales y defensas ribereñas, y la fumigación de sembríos.
2. Lanzar un programa de reconstrucción de infraestructura que ejecute S/10,000 millones durante el 2017. No podemos darnos el lujo de esperar hasta 2018 para empezar. ¿No sabemos acaso dónde se han caído los puentes?
3. Reducir, de inmediato, la tasa de interés de referencia del BCR como señal de que la política monetaria y fiscal van a ir de la mano. La inflación de marzo es un hipo. El verdadero riesgo es que la demanda agregada caiga y entremos en deflación.
4. Asegurar que las cajas rurales, que son fuente fundamental de financiamiento en el norte, tengan amplías líneas de recursos. La reprogramación de créditos no bastará pues habrá préstamos que no podrán ser repagados.
Es ya terquedad insistir en los Panamericanos. ¿Qué prefiere el gobierno? ¿Canchas de pelota vasca en Lima o reconstruir infraestructura y crear empleo en el norte?
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