Mónica Delta: Engreídos, bárbaros y despistados

Héctor Becerril debe ser sancionado por su partido. Es descabellado que un parlamentario utilice escasa racionalidad para atacar o responder a sus adversarios políticos. Es inaudito que el citado parlamentario, reelegido y miembro prominente de lo que será una mayoría contundente, utilice una red social para exponer sus delirios contra otro grupo ideológico. Tuitear una foto trucada es un acto difamatorio. Peor si se trata de una autoridad.

Hablando de congresistas desubicados, Marisa Glave dijo que los miembros del Frente Amplio preferían no juramentar ante Kenji Fujimori. El reglamento del Congreso es muy claro: La Junta Preparatoria la encabeza el más votado, que es precisamente el aludido. Guste o no guste. La integran, además, el mayor y el menor de los parlamentarios elegidos. Aunque, después del cargamontón recibido, la señora Glave ha dicho que no hacen cuestión de Estado, demuestra, una vez más, pataletas y engreimientos que no corresponden a alguien que pretende representar a un poder del Estado. ¡Cuidado!

En otras orillas poderosas. “No me defiendas, compadre” debe haber pensado el presidente electo, Pedro Pablo Kuczynski, en relación a las declaraciones de Ollanta Humala. Innecesario e imprudente, en nuestra opinión, habiendo sido perseguidor de los fujimoristas, que esté dando recomendaciones sobre quién debe presidir la Comisión de Presupuesto. En ese sentido, PPK ha sido más cauto y respetuoso. Ha mencionado que es una decisión que le corresponde al Poder Legislativo: “Yo no voy a mandar en el Congreso”.

La del estribo: PPK señala, ahora, tras la explícita convocatoria a una marcha desde La Oroya, que fue “un decir, nada más”. Cuidado con los decires y las compañías interesadas. Así como los ‘Fujis’ deben cuidar mucho sus formas democráticas, el siguiente gobierno debe estar muy consciente de no caer en lobbies, ni favorecer intereses con nombre y apellido. ¡Buena suerte!