Rodrigo Prialé: Rol del Estado y Competitividad

El objetivo de la política económica debe ser mejorar el bienestar de la población. Para lograrlo, el Estado debe asumir tres funciones: mejorar la eficiencia de la economía, promover el crecimiento económico; es decir, lograr que el ingreso promedio de la población aumente lo más rápido posible; y propiciar una distribución del ingreso más igualitaria, haciendo uso de los instrumentos de política fiscal disponibles.

El Estado debe preocuparse por mejorar la eficiencia en la economía dado que existen imperfecciones de mercado que hacen necesaria su intervención. Ese es el caso de la regulación de los mercados monopólicos, o el de la supervisión de industrias que generan externalidades negativas, o la regulación de mercados en los que los ofertantes y demandantes poseen información asimétrica, o la provisión de bienes públicos que se requieren para mejorar la eficiencia de las empresas privadas.

Si bien el Estado ya está interviniendo en esos casos, actualmente en el Perú existen otros tipos de ineficiencias, asociadas a la provisión de servicios, que ocasionan que las empresas privadas y la población en general tengan que incurrir en costos adicionales, y por consiguiente, se reduzca la competitividad del país.

Tal es el caso de las ineficiencias en la gestión de recursos públicos en los gobiernos subnacionales, ocasionadas por una inadecuada regionalización, falta de eficacia en la utilización de los recursos provenientes del canon minero, por las rigideces que impone la ley, la baja calidad de los servicios públicos de salud y educación, la inseguridad pública, las ineficiencias que genera en las empresas, la inflexibilidad de la legislación laboral, entre otros. Estos problemas tienen muchos años de existencia sin que el Estado haya podido solucionarlos. Su solución demanda del Estado visión, creatividad, determinación y coordinación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.