¿Y la transparencia?

Juan José Garrido,La opinión del director
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El balance del debate electoral en El Comercio –realizado ayer– es muy positivo. Más allá de las pequeñas anécdotas, imperdibles en cualquier evento de este tipo, la mayoría de las intervenciones brindó un aporte al debate sobre el futuro de Lima.

Las propuestas giraron en torno a dos ejes principales: transporte y seguridad. Existe, por cierto, consenso en la necesidad de atacar de manera frontal estos dos problemas, hecho que augura una iniciativa efectiva en el próximo mandato.

La seguridad, como sabemos, no le compete a la Municipalidad de Lima. Lo que la autoridad edil puede hacer está, en todo caso, en el área de la prevención y solo de manera tangencial en la cuestión central. Existieron propuestas en ambas áreas: trabajo en programas juveniles de prevención, mejor comunicación entre las distintas instituciones ligadas al problema, la necesidad de contar con mayor apoyo por parte del Gobierno Central y la administración de justicia, entre otras.

Respecto al otro gran tema, nadie duda de la necesidad de continuar la reforma del transporte. Sin duda, las diferentes candidaturas tienen distintas formas de entender el problema y la solución a nivel micro, pero se mencionaron desde las líneas y corredores (seis principales, sus alimentadores y complementarias), respecto al tránsito pesado, hasta la necesidad de contar con puertos secos, con terrapuertos, entre otros.

Si algo faltó, fue mayor énfasis en la transparencia y la lucha contra la corrupción. Casi todos, si no todos, hablaron al respecto. Sin embargo, no existieron propuestas audaces ni se brindaron las cifras que todos esperamos: cuánto gastan en sus campañas y quiénes aportan en las mismas. Si bien solo se le preguntó a una candidata, todos tuvieron la oportunidad de dar el ejemplo. Una pena que ninguno haya dado el primer paso.

Si tomamos en consideración las tendencias, es poco lo que pueden cambiar las cosas a diez días del sufragio. No hubo, es cierto, un mensajero sobresaliente o una propuesta sorprendente. Pero es importante continuar estos ejercicios democráticos en los cuales la ciudadanía gana madurez y sapiencia.