Los atentados contra Camisea en Cusco, donde el fin de semana último una columna terrorista que estaría bajo el mando del “Alipio” (Orlando Borda Casafranca, número dos de Sendero en el VRAEM) incendió tres helicópteros de la empresa Transportadora de Gas del Perú (TGP), no solo pone en riesgo la seguridad energética del país, sino que ahuyenta la inversión privada por la falta de seguridad, dijo Ricardo Briceño, expresidente de la Confiep.
El empresario lamentó la inoperancia del Gobierno ante la situación y advirtió que el problema no solo es la escasez de gas para la industria, sino también la dificultad para transportar el hidrocarburo, que frena el desarrollo del país y retrasa los proyectos, como la ampliación del ducto de Camisea, obra parada por inseguridad en la zona, dominada por el narcosenderismo.
“Es evidente que los inversionistas tienen conocimiento de este peligro. Es obvio que la inversión privada se pregunta dónde está la protección de las fuerzas armadas y las fuerzas policiales. Y eso pone en peligro evidentemente la inversión”, refirió Briceño en RPP Noticias.
Cabe indicar que el Gobierno planea convocar a licitación internacional un ducto de emergencia paralelo al actual de Camisea y complementario al ‘loop’ que TGP está impedida de construir por el narcoterrorismo en el VRAEM.
El extitular de la Confiep consideró que el atentado contra los helicópteros en Kiteni es parte de un problema mayor: el enfrentamiento del narcotráfico contra el Estado, batalla que –dijo– estamos perdiendo.
“Vemos una ineficiencia, una inoperancia y no vemos resultados en las acciones contrasubversivas en el VRAEM y ese es un llamado de atención que tenemos que hacerle al máximo jefe de la Nación”, subrayó.
Por ello, criticó que el ministro de Energía y Minas, Jorge Merino, salga a decir que un día de paralización de Camisea cuesta US$500 millones. “No se trata de los 500 millones que pierda Camisea, sino de proteger el abastecimiento de gas de todos los peruanos. Es decir, se trata del peligro que tenemos los peruanos de una asociación maligna entre el narcotráfico y el terrorismo”, indicó.
“Es muy preocupante que el Gobierno peruano, que las fuerzas policiales y armadas no tengan un plan coherente para atacar frontalmente este gran problema”, agregó.
EL VRAEM NO ES PRIORIDAD
Por su parte, el congresista por Ucayali Carlos Tubino expresó que faltó una rápida reacción al Ejecutivo en el caso del ataque al aeródromo de Kiteni, pero lo más grave es que este atentado ha demostrado que la seguridad en el VRAEM no es prioridad para el Gobierno.
“Es un tema de extrema gravedad (…) Faltan decisiones que debe tomarlas el mismo presidente de la República (…) Esta es la acción terrorista más grave, es muy serio porque implica temas que pueden afectar ya estratégicamente al Perú y eso no lo podemos permitir”, dijo en Willax TV.
EL SANGUINARIO ‘ALIPIO’
El terrorista Orlando Borda Casafranca, paisano de Víctor Quispe Palomino, “camarada José”, líder máximo del senderismo en el VRAEM, es quien lidera la nueva campaña de acciones violentas contra las compañías que operan en Camisea porque estas se niegan a pagar “cupos de guerra”.
Así lo revelan fotos publicadas en un diario local, en la que se ve al cabecilla senderista dirigiendo una reciente incursión en un campamento de trabajadores que se dedican al mantenimiento del gasoducto.
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