La atomización de la política peruana es evidente y la campaña electoral volverá a ser reflejo de esa realidad. En teoría, en las elecciones generales de abril podrían presentarse hasta 21 candidatos a la presidencia de la República y 2,730 al Congreso (130 en cada lista), en representación de los 21 partidos con inscripción vigente (ver infografía).
Sin embargo, para unir esfuerzos y no arriesgarse a perder su inscripción (al no pasar la valla electoral del 5%), varios de los partidos registrados ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) optarían por establecer alianzas con otros grupos reconocidos legalmente. Este trámite comenzará el 13 de octubre.
“Para salvarse, los partidos más chicos aceptarán cualquier decisión de los más grandes o conocidos. ¿Qué pueden aportar los primeros? ¿Dinero?”, expresó a Perú21 el analista y ex jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), Fernando Tuesta.
Se debe tener en cuenta, también, que se constituyen “alianzas informales” entre aquellas agrupaciones que poseen la “llave mágica de la inscripción” y los movimientos que no existen legalmente.
“En estos casos –explicó Tuesta– la unión se sella, por ejemplo, con la participación en las elecciones internas o la inclusión en las listas en calidad de invitados. Hay mucha informalidad en los partidos”, comentó.
“ELECCIONES PRECARIAS”
El 13 de octubre, además, arrancarán las elecciones internas de los partidos para escoger sus candidatos a la presidencia y el Parlamento.
Tuesta advirtió que la mayoría de grupos, incluso los que “quieren hacer bien las cosas”, cumple con esta etapa de manera “muy precaria”. ¿Qué sucede? Según explicó, no tienen muchos militantes en el país, ni tampoco recursos económicos, locales, personal administrativo, ni la logística necesaria.
“Además, se observó que gran parte de las elecciones partidarias terminaron con el descontento de los perdedores que acusaron a los organizadores y a los ganadores de falta de limpieza”, manifestó.
Por ello, consideró que los organismos electorales obligatoriamente deberían llevar adelante y fiscalizar los procesos partidarios internos.
Mientras tanto, la ONPE envió una comunicación a todos los partidos inscritos para que soliciten asesoría sobre cómo deben organizar sus comicios. Sin embargo, este paso es voluntario.
La democracia interna puede darse de tres formas: con la votación directa y secreta solo de los afiliados; abierta a los militantes y a la ciudadanía y a través de delegados.
Carolina Ruiz, de la Subgerencia de Asistencia Técnica de la ONPE, precisó a Perú21 que buscan que dicho proceso se realice con transparencia y cumpliendo con todos los pasos previstos en la Ley de Partidos, para que después, al momento de la inscripción de las listas, no sean cuestionados por los jurados electorales especiales (JEE).
La funcionaria recalcó que todas las agrupaciones deben cumplir con los plazos previstos en el cronograma electoral, a fin de no tener problemas.
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