En círculos militares, desde que Ollanta Humala llegó al gobierno –en 2011–, ya se comentaba que el general EP Ronald Hurtado ocuparía la jefatura del Ejército, alto cargo que este oficial asumió el jueves último ante la salida intempestiva del general EP Ricardo Moncada.
[Ronald Hurtado Jiménez es el nuevo comandante general del Ejército]
Cabe anotar que en los ascensos del instituto armado durante el año en que Humala se convirtió en mandatario, varios altos oficiales lograron escalar en sus grados castrenses con actas presuntamente fraguadas, entre ellos estuvo Hurtado, flamante comandante general.
Por ese motivo, él fue denunciado, junto a otros generales, ante el Ministerio Público y el Fuero Militar Policial por los delitos contra la fe pública y asociación ilícita para delinquir, de acuerdo con el demandante, el general EP ( r ) Róger Zevallos.
Las supuestas irregularidades se cometieron en el proceso de ascensos de quienes pasarían de general de brigada a general de división, el grado más alto en el Ejército, con el cual se puede acceder a la jefatura del instituto castrense.
Según la denuncia, se cambiaron determinadas notas de calificación, que terminaron por favorecer a algunos oficiales.
Había dos reportes del mismo “cuadro de mérito de la apreciación del comando superior” para los coroneles y brigadistas que aspiraban al grado inmediato superior. Esto a pesar de que debía existir una sola nota por ese concepto.
Este tipo de calificación es conocido como el “aplausómetro”, es decir, una evaluación y otorgamiento de puntaje subjetivos realizada por otros oficiales con más alta graduación que los postulantes.
CON AYUDA
Precisamente, el caso más evidente de esa modificación irregular de puntaje fue el del general Hurtado. En la primera relación, de 20 aspirantes, aparecía en el puesto 12 con una nota de ‘apreciación’ de 90.000. Y al día siguiente, en ese cuadro de méritos figuró en el lugar 2 y su calificación aumentó a 98.333. Es decir, 10 puntos de diferencia a su favor.
A pesar de esa ayuda, que se sumó a su promedio total de calificación para el ascenso, quedaba en el puesto 10 de los postulantes a general de división, grado en el cual había solo cuatro vacantes en esa oportunidad.
Sin embargo, de igual manera Hurtado fue promovido y se dejó de lado a altos oficiales.
Y pese a las evidencias, las investigaciones en la Fiscalía y en el fuero castrense fueron archivadas –en 2013– debido a otro hecho escandaloso: el Ejército adujo que los documentos originales con las notas irregulares (la prueba del delito) habían desaparecido de los archivos del Comando de Personal del Ejército (Copere).
OBJETIVO POLÍTICO
Por su parte, el general EP ( r ) Róger Zevallos, uno de los denunciantes del caso, afirmó – a Perú21– que se favoreció a Hurtado con fines políticos.
“En el Ejército sacaron a todos los altos oficiales que eran incómodos al gobierno y potenciaron a los amigos, los incondicionales, para poder controlar la institución”, dijo.
Agregó que “esos actos irregulares en el proceso de ascensos en el 2011 fue dirigido por el entonces asesor presidencial Adrián Villafuerte”.
SABÍA QUE
- En 2013, el general Hurtado fue incluido en una investigación, junto a otros mandos del Ejército, por el caso de los “soldados fantasmas”, en el que aparentemente se pagaba a reclutas, pero no era así.
- Hurtado, de la promoción castrense de 1980, nació en Moquegua, cerca de Locumba, donde Humala realizó su asonada en 2000.
- Es cercano al coronel EP ® Luis Pereyra, colaborador de Ollanta Humala.
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