Terrorista Carlos Incháustegui no se arrepiente de sus actos

Apenas salió en libertad, hace dos semanas, luego de purgar 22 años de cárcel por terrorismo, el senderista Carlos Incháustegui – que fue capturado junto con el máximo cabecilla terrorista Abimael Guzmán – afirmó que no se arrepiente de sus actos.

“No (me arrepiento). Yo asumí mi participación (en Sendero Luminoso) como un compromiso que correspondía a mis convicciones de gente de izquierda”, expresó muy tranquilo, como si SL no hubiera asesinado a miles de peruanos durante dos décadas.

En ATV+, indicó, con frialdad, que no tiene “pesadillas” por esas muertes, pero “si asumo la responsabilidad como periférico, porque nunca fui militante”. “No he matado a nadie. Toda muerte es lamentable. Eso me duele”, recalcó.

Cuando se le preguntó si el derramamiento de sangre es un camino para avanzar, anotó que “no se puede hacer tortillas sin romper huevos” y que “estará del lado del pueblo” si vuelve “la lucha armada”.

Dijo, además, que “respeta” a Guzmán y agregó que tiene la misma opinión de él que hace 22 años.

BATALLA IDEOLÓGICA
Consultado por Perú21, el general PNP ( r ) Marco Miyashiro advirtió que la actitud de Incháustegui es un “llamado de alerta a los agentes de inteligencia para que pongan los ojos y oídos” en este caso.

Subrayó que la premier Ana Jara debería impulsar una política de educación para que los jóvenes conozcan realmente cuánto sufrió nuestro país por el terrorismo.

El sociólogo y exmiembro de la Comisión de la Verdad, Carlos Tapia, mencionó que Incháustegui formó parte del grupo de “presos organizados” por SL durante sus años en prisión.

“Él era tan fanático, que cuando el 12 de setiembre el GEIN entró (a la casa de Guzmán) fue el único que ofrece resistencia y pide que lo maten”, recordó, aunque opinó que no es un “peligro” ahora.

En diálogo con este diario, planteó que los partidos den una batalla político-ideológica a los terroristas excarcelados.

TENGA EN CUENTA
Carlos Incháustegui alquiló la vivienda en la que fue arrestado Abimael Guzmán en 1992. Dijo que no se incorporará al Movadef, pero abogó por dicha agrupación.