En vez de acudir al doctor cuando aparece alguna molestia preocupante, muchas personas entran a Internet y se ‘diagnostican’. Otras esperan que los síntomas desaparezcan o, en todo caso, se auto medican. Cualquiera de las tres alternativas mencionadas conlleva riesgos para la salud, sobre todo esta última.
Según Óscar Barrenechea, director médico de Quilab y Marketing Farma de Química Suiza, entre el 70 y 80% de fármacos son procesados en el hígado, por lo que el consumo inapropiado de estos productos contribuye al desarrollo de patologías en dicho órgano, tales como cirrosis o hepatitis medicamentosa.
Asimismo, los riñones también pueden verse afectados, a tal punto que la persona puede desarrollar nefropatía y hasta insuficiencia renal.
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