Aldo Mariátegui,Ensayos impopulares
La última encuesta de Datum sobre las próximas elecciones ediles muestra una subida apreciable de Salvador Heresi, que ya le está tocando los talones al segundo lugar de Susana Villarán o que, incluso, ya la empató (13% contra 11.4%). Como los marxistas de antes, Heresi tiene “programa máximo” y “programa mínimo”. El primero consiste, obviamente, en ganar esta contienda, algo remoto frente a la fortaleza de Luis Castañeda, pero no imposible en este ‘país’. Pero quedar segundo sería un excelente “programa mínimo” para este candidato joven, pues ganaría un peso político propio, tanto para las próximas ediles como para el Congreso o para una vicepresidencia. Fue un poco lo que sucedió con Humberto Lay, quien escoltó a Castañeda en las también aburridas elecciones ediles del año 2006, con un 14% de votos frente al 47% que obtuvo el ‘Mudo’. Lay, de allí en adelante, se volvió una cara conocida, y allí le tenemos con cierto peso en el Congreso de la República. Es muy posible que estas cifras se repitan (me río cuando los caviares dicen “Castañeda se desploma con 49%”) si no pasa nada raro y que el segundo tras Castañeda saque menos del 20%. Conociendo a Villarán, esta debe estar alucinando que puede ganar (quien vota por ella tras esa pésima gestión o es un izquierdista fanático o alguna chambita chapó o es sencillamente medio fronterizo) o que quedando segunda sería la candidata de la izquierda, el toledismo o el oficialismo para el 2016. Eso sí, el sondeo revela que la gente no identifica todavía los logos partidarios de Heresi y Villarán, y que ambos tienen que trabajar duro en eso. El resto de candidatos sí que parecen ya condenados a no pasar del 3%.
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