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El fenómeno de los realitys juveniles

Conozca lo que sucede detrás de los sintonizados programas del momento ¡Esto es guerra! y Combate.

COMBATIENTES. Cautivan al público con sus pegajosas coreografías y juegos de destreza. (USI)
COMBATIENTES. Cautivan al público con sus pegajosas coreografías y juegos de destreza. (USI)

La televisión peruana ha sido invadida por aguerridos muchachos que luchan por el liderazgo de sus equipos. Los integrantes de los realitys ¡Esto es guerra! y Combate pelean por ganar, por rating y por más popularidad en el competitivo medio artístico.

Niños y adolescentes los han convertido en sus ídolos juveniles, bailan al ritmo de ellos y hasta se emocionan con sus historias amorosas. Muchas veces, los concursantes se encuentran en un “campo minado” frente a la teleaudiencia y deben ventilar sus romances —quieran o no— por orden de productores en busca de audiencia.

Conozca lo que sucede en ‘las trincheras’ de ambos programas y cómo se manejan algunas situaciones detrás de los reflectores.

“Hace poco se fue Mario Irivarren de Combate, pero yo no iba a dejar que un concursante se fuera. Es cierto que a veces hacemos cosas para incomodarlos. Yo sabía que Mario no estaba de acuerdo con que se trajera a su expareja (Stephanie Valenzuela), con la que peleó cuatro días atrás. Fue un poco intencional. Ellos venían de un pleito anterior y era obvio que iban a pelear en el programa. No me pareció que Mario pusiera condiciones y lo convencimos de que no se fuera”, comentó la productora Marisol Crousillat.

Convencida de la veracidad de su reality, Crousillat aclaró que los romances entre “los combatientes” no se inventan y que los enamoramientos sí suceden en la vida real.

“Nosotros ventilamos los romances si los chicos están de acuerdo, pero no los armamos. No puedo decir si los chicos de ¡Esto es guerra! son fieles o si no pueden mantener el amor a una sola persona. Tampoco puedo señalar si ellos arman o no sus romances”, indicó.

Por su parte, la productora de ¡Esto es guerra!, Mariana Ramírez del Villar, afirmó que solo los concursantes con talento salen adelante en el reality de América TV. “Sale a la luz la persona que tiene talento. No se da siempre con todos los concursantes. Corren a la velocidad que quieren y unos gustan más que otros. Es una opción para que salgan del anonimato y pasen a producciones más grandes. Estos realitys son cunas de talentos”, comentó.

Sin embargo, la productora replanteó el formato y optó por la destreza física en las competencias tras las críticas que recibió por los juegos osados.

“Estamos haciendo un programa distinto, y tengo claro lo que debo y no debo hacer. Ya estamos encaminados hacia otro sitio. Dentro del programa hay romances, unos constituidos y otros no, pero, al final, es un reality y la base fundamental es la destreza física e histriónica… En cuanto al rating, ya estamos encaminados y no vamos a soltar ese liderazgo que nos ha costado retomar”, aseguró.

LOS PROTAGONISTAS
La modelo Melissa Loza, uno de los rostros representativos de ¡Esto es guerra!, reconoce que el reality le ha traído beneficios y popularidad.

“Estar en el programa de más éxito te da el beneficio de tener una imagen, te abre puertas y hay trabajo. *Son los programas que están de moda ahorita”, *refirió.

Sobre la exposición de la vida amorosa de los concursantes, Loza manifestó: “Todo está bien siempre y cuando no salgan de los parámetros. Mi vida privada es privada, pero si me dan sorpresas (como la declaración de amor de Guty Carrera), tampoco voy a ser indiferente”, agregó.

En tanto, Miguel Arce, concursante de Combate, coincidió con Melissa porque el reality le abrió muchas puertas en los últimos dos años.

“Me ha dado una identidad propia. En la serie Al fondo hay sitio era ‘Lucas’, y ahora soy Miguel Arce”, expresó.

Tampoco se mostró en contra de que se ventilen los romances. “Creo que se magnifica la realidad, pero no le veo nada malo. Eso pide el público y es lo que siempre se le va a dar. La televisión es el resultado de lo que el público pide y ve, y no es que la gente de producción haga cosas malas. Lo que el público pide es lo que da rating”, concluyó.

CALLE 7 IMPUSO EL ESTILO
El formato televisivo que enfrenta en una competencia a dos grupos rivales se inició hace tres años con el reality chileno Calle 7.

Bajo la conducción de Jean Philipe Cretton, el programa tiene gran acogida en el país vecino y sus concursantes se han convertido en figuras muy populares.

Recientemente, el animador chileno acusó a los realitys de Perú y de Costa Rica de copiar el formato. Sin embargo, varios se defendieron y argumentaron que “nada es nuevo en la televisión”.


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