El ministro de Consumo de Francia, Benoît Hamon, informó que los productos congelados –recientemente retirados de los mercados europeos por contener carne de caballo sin declarar– serán entregados a asociaciones caritativas para consumo de la población pobre.
En declaraciones a la radio RMC, la autoridad francesa señaló que “ahora corresponde a las asociaciones decidir si aceptan estas donaciones”, debido a que se necesitan frigoríficos para conservar los alimentos congelados y camiones para distribuirlos.
Además, se precisó que los productos repartidos tendrán que ser propiamente etiquetados, de tal manera que los beneficiarios tengan pleno conocimiento que la presencia de carne equina.
Por otro lado, Hamon indicó que se presentará un proyecto de ley en abril que duplicará 10 veces las multas por engaños al consumidor en el sector alimentario.
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